Blogia

NacionalSocialistas Castellanos

El derecho de Autodeterminación y el NS

El derecho de Autodeterminación y el NS

La cosmovisión de la vida del Nacionalsocialismo es racialista, esto quiere decir, respeta la naturaleza humana, sus razas, sub-razas, etnias y sus culturas.Nosotros, como NS, defendemos el derecho de subsistencia de todo lo descrito anteriormente, y esto es, ni más ni menos, el derecho de autodeterminación.El NS histórico ya luchó por el derecho de autodeterminación de los pueblos, son los casos en Europa de : Eslovenia, Eslovaquia, Ucrania, Irlanda, Croacia, Flandes, Bretaña, Frisia… y fuera de Europa fomentó movimientos de liberación en India, Egipto, Palestina…El 12 de Septiembre de 1938 Hitler exige la autodeterminación para todos los alemanes y la correspondiente unión de todo el territorio alemán. Debemos de tener una cosa clara, no existe “raza española”, si existieron tribus y civilizaciones que han dado lugar a las diferentes etnias y culturas de la península y que jamás han conformado uniformidad étnica ninguna en el total peninsular, el fenotipo étnico de un vasco, castellano, andaluz, catalán… es diferente, tampoco existe “raza castellana”, sin embargo, si existe una etnia, un pueblo, una cultura, una lengua, unas costumbres, unas instituciones… que es lo que llamamos la Comunidad etno-cultural castellana. Por lo tanto, ¿Qué debemos defender los NS? ¿La uniformación y destrucción de estas etnias y culturas como ha hecho el españolismo desde la llegada de Felipe V y la monarquía liberal-masona “francesa” o bien respetar, fomentar y luchar por el derecho de las comunidades etno-culturales?Otra cosa muy clara, hoy en día para hacer frente al sionismo, a las fuerzas de ocupación judeo-yanquis y sus esbirros debemos de luchar por la conferederación del Imperio europeo (no imperialismo) racial. Desterremos ya los prejuicios españolistas y verdaderamente luchemos por nuestra raza, la raza aria con sus variantes sub-razas, mediterránea, alpina, nórdica… y con sus respectivas etnias y comunidades etno-culturales, Castilla, Bretaña, Escocia, Catalunya, Occitania, Suecia, Alemania, Eslovenia…Europa debe ser el objetivo a seguir, la unión racial de Europa es la única vía posible. De ahí que el NS no puede entender el españolismo separatista, permitir que comunidades etno-culturales estén separadas y sin desarrollo racial alguno, mientras están luchando por una supuesta unidad POLITICA (no espiritual) de una supuesta “nación española” (concepto liberal, ya que en el total del estado español no compartimos etnología). Aclaramos, desgraciadamente la uniformación que se ha llevado a cabo desde el año 1714 ha sido verdaderamente desastrosa, recordemos que antes de eso, nuestras comunidades etno-culturales peninsulares estaban unidas ESPIRITUALMENTE. Esta uniformación ha llevado a que hoy en día grandes proporciones de población no tengan claro cual es su identidad debido a las emigraciones sufridas. Cualquier europeo con que lleve dos generaciones en una nación determinada y asimile su cultura, perfectamente puede desarrollarse en la vida de la propia nación (aunque nosotros no lo promovamos debido a que es anti-identitario, y esperamos que a partir de la gran victoria nadie más tenga que emigrar de su tierra, perdiendo así sus raíces peculiares de todo pueblo europeo (recordemos que por encima de todo, somos arios) somos descendientes de los pueblos arios, somos europeos. Decir que el NS castellano luchará por qué Castilla tenga voz propia en el futuro imperio confederado europeo, esto es, por su derecho de autodeterminación como comunidad racial etno-cultural que somos. POR EL DERECHO DE AUTODETERMINACION DE LOS PUEBLOS Concejo NacionalSocialista castellano     Area Metropolitana – Madrid - 

El origen de la Ñ

El origen de la Ñ

Esta letra nació de la necesidad de representar un nuevo sonido, inexistente en latín. A principios del siglo XII, los escribanos castellanos empezaron a utilizar la tilde o acento gráfico (esa rayita ondulada situada encima de la letra) para simplificar las letras dobladas.

Determinados grupos consonánticos latinos como gn, nn o ni evolucionaron en las lenguas romances hacia un sonido nasal palatal. En cada una de estas lenguas se fue fijando una grafía distinta para representar este sonido: gn en italiano y francés, ny en catalán, nh en portugués. El castellano medieval escogió el dígrafo nn, que se solía representar abreviadamente mediante una sola n con una rayita más o menos ondulada encima; así surgió la ñ, adoptada también por el gallego. De este modo, de modo, por ejemplo, cambió la nn en ñ y la aa en ã. Esta nueva grafía se utilizó no sólo para la n, sino también con otras letras.
La gran aceptación por este uso de la tilde en lugar de la duplicación de una misma letra, aumentó considerablemente con el tiempo y ya en el siglo XIV, la ñ era la única letra que se utilizaba en los casos de duplicación. Sus orígenes se pueden ver en distintas palabras como por ejemplo, el caso de año, que viene del annus latino con una n doble.

Culto a Wotan en la Castilla cristiana

Culto a Wotan en la Castilla cristiana

Los textos son pocos y muy difusa la información que se puede conseguir sobre el tema que me dispongo a tratar. El culto al dios germano Wotan // Odin en la castilla de los Godos.
Pero antes de entrar, en profundidad sobre ello. Hablaremos del pueblo de los Godos, desde sus orígenes. Hay numerosos textos que tratan con mínima referencia al pueblo de los Gottunes, como así mismo se auto denominaban. Los Guttones o Godos, eran uno de los múltiples pueblos indoeuropeos de raíz germana que poblaron el norte de Europa, y que en un momento determinado de la historia, no se conoce muy bien bajo que circunstancias, ni inducidos por que, decidieron dejar sus tierras del norte y bajar hacia una Europa del sur. Posiblemente en busca de tierras mas suaves en las que asentarse.
De ellos sabemos gracias a Tacito que: (XII) todos los asuntos públicos los tratan armados. Pero nadie usa las armas antes de que el pueblo lo juzgue apto(...). En la misma asamblea se hacen entrega al joven del escudo y la espada. Este es el primer honor de la juventud antes de pasar a formar parte del clan.
Evidentemente esto demuestra que eran pueblos en su mayor parte basados en clanes familiares y que se regían por una democracia interna o asamblea del pueblo. Algo común a los pueblos germánicos que en la edad media seria conocida con el nombre de Althing. O la asamblea de hombres libres de las sociedades nórdicas vikingas del medievo. Lo que podríamos denominar, como una especie de ley democrática solo para los hombres del clan. En la que solo ellos podían discutir y tomar decisiones sobre los problemas que acontecían a la vida cotidiana del mismo.
Una sociedad de guerreros para la que era un deshonor el sobrevivir al jefe (caudillo militar) en el combate o no igualar el valor del mismo, algo bastante similar a la mas conocida en nuestra península practica de la Devotio Iberica. Llevada a cabo por los pueblos celtibericos. Por si aun a alguien le queda poco claro la belicosidad y ansia de aventura de los pueblos Godos y germanos en general, veamos una vez mas las referencias que el escritor latino Tacito escribió sobre este pueblo y otros pueblos germanos en su libro la Germania: (...)les parece holgazanería y flojedad adquirir con el sudor lo que se puede lograr a costa de la sangre(...).
Sus remotos orígenes se buscan según Jordanes en una mítica isla del norte de Europa, en la zona septentrional a la que se la llamo Scanzia (¿Escandinavia?). Suponese que los godos con su rey, llamado Berig, salieron antiguamente de esta isla Scanzia, recipiente de naciones o vivero de pueblos. En cuanto saltaron de sus naves y tocaron tierra, dieron nombre al paraje al que acababan de abordar, llamándose todavía hoy según se dice, Gotiscanzia.
Posiblemente bajo estos escritos se cuente el como los Godos liderados por lo que posiblemente fue uno de sus primeros caudillos militares que no rey al que Jordanes atribuye el nombre de Berig, dejan las tierras de Escandinavia (Scanzia) y desembarcan en algún punto de la Europa del Este. Donde se asentarían y comenzarían a entrar ya de forma mas constante en los escritos de los Romanos.
Tampoco podemos dejar pasar por alto a San Isidoro en sus textos sobre el origen de los Godos. El cual escribe que los Guttones son un pueblo antiquísimo que se remonta a Magog. Hijo de Jefet de donde salió la raza de los escitas.
(67) Los pueblos Godos son por naturaleza constantes, prontos de ingenio, fiados en la conciencia de sus fuerzas, de grandes arrestos corporales, osados por su procer estatura, magníficos en su atuendo y en sus gestos, prontos al combate, duros en soportar las heridas conforme canta de ellos el poeta: "los Getas menosprecian la muerte haciendo gala de sus heridas". Tan grandes guerras sostuvieron y tan estupenda fue la fortaleza de sus insignes victorias, que Roma misma, vencedora de todos los pueblos, se unió a los triunfos de los godos sometiéndose al yugo de su servidumbre, y la señora de todas las naciones llego a servirles de criada.
(68) les temblaron todas las gentes de Europa, y ante ellos cayeron las defensas de los Alpes. Y la tan decantada barbarie de los vándalos huyo despavorida (..) los alanos aniquilados y los suevos hasta la fecha arrinconados bajo su superioridad en los picos inaccesibles de los confines de España(..)

Con estas palabras habla san Isidoro de los pueblos Godos. Los cuales empujados por los hunos y por su afán de encontrar una tierra donde crear su reino... llegarían volando en sus caballos a las tierras de Occidente. A la tierra de España, asentándose y creando el reino germano mas importante de Iberia. El de la castilla visigoda.
No obstante, hacia mucho que los Visigodos al llegar a Iberia habían dejado sus culturas ancestrales. Ulfilas les extendió las creencias en el arrianismo y así los propios caudillos del pueblo Godo aceptaron la fe arriana que no era ni mas ni menos que una distinta interpretación del cristianismo judío. Tan solo durante su estancia en los Carpatos, se realizo una rebelión contra Roma en la que había un trasfondo religioso. Puesto que Atanarico opositor a los pactos con roma y a su vez aspirante a unificar a toda la nación Goda llego al poder y re instauro el culto pagano naturalista entre los godos frente al arrianismo. Atanarico decidió ignorar los pactos con los latinos y vivir en los bosques como sus ancestros habían hecho hace años atrás. Impulsando el paganismo germánico entre los godos. Esto supuso una división, entre Godos pro romanos (arrianistas) y godos anti románicos (paganos). Los arrianos atravesaron el Rhin y continuaron sus tratados con roma. Por el contrario los paganos de Atanarico sobrevivieron durante unos años en los montes y bosques de los carpatos hasta que la entrada de los Hunos los absorbió y elimino. Concluyendo así lo que fue el ultimo reino pagano Godo.
A los dioses a los que los godos adoraron o rendían culto... son desconocidos o bastante difusos. Si bien es cierto que parece ser que según C. Lecouteux, adoraron a una deidad de la que todos los Godos se creían descendientes en épocas ancestrales. Y del que habían adquirido su nombre. A este dios padre de la raza Goda se le conocía con el Nombre de Gutton // Gautatyr// Gauthr. Recordemos que los propios Godos se hacían llamar Guttones descendientes de Gutton.... Odin.
Pero como suele pasar en muchos casos, aunque oficialmente los visigodos eran un pueblo arriano y posiblemente lo fueran, durante muchos años. Continuaron las creencias paganas, mezcladas con las tendencias cristianas. Sobre todo entre las clases mas gentiles de los clanes. Así por ejemplo tenemos numerosas tradiciones en España que hoy pasan por ser comunes a nuestra edad media y sin embargo son de procedencia germánica. Introducidas por los pueblos bárbaros en Castilla. Como por ejemplo la procesión de muertos (jauría de Wotan), la creencia en los hombres lobos, las lamias y los Gnomos de las leyendas de Bécquer. Emparentados con los famosos Enanos de las tradiciones nórdicas. Esto ha provocado numerosas leyendas y mitos entorno a los visigodos y su misteriosa edad media Castellana. Casi todas ellas relacionadas con el ocultismo y procedentes del renacimiento español. En las que se pretendió ver un culto secreto entre los caballeros visigodos. Un culto pagano que habría sobrevivido a las épocas del cristianismo como organización secreta no oficializada. Y que contó con numerosos adeptos. (Casi todos los guerreros medievales godos de esa castilla). Este culto estaría representado por el águila.
Era común y es fácilmente visible el que existió una tendencia entre las clases nobles de guerreros y caballeros godos de portar fibulas y mangos para sus espadas con forma de águila. Castilla esta llena de estas fibulas las cuales sin ir mas lejos, se pueden ver en el museo arqueológico de Madrid, por ejemplo. Curiosamente Gutton // Odin tenia o era representado por este animal en algunas tradiciones. Si esto fuera cierto, estaríamos ante lo que podríamos decir con total seguridad que fue una orden secreta medieval visigoda pagana en el corazón de España. Que escapo a la persecución cristiana y arriana, y que instauro entre sus adeptos este culto al Gutton y a su símbolo. El águila. Siguiendo por lo cual los pasos de Atanarico el que fue ultimo de los godos paganos.
¿Que hay de cierto detrás de todo esto?. Pues lamentablemente son solo leyendas, las que se pueden o no creer y de las que se pueden o no aportar datos a favor o en contra según se busquen. Lo que esta claro y lo único que no podemos negar, es la existencia realmente de esas fibulas de águilas, y que el águila fue uno de los animales sagrados de Odin al igual que los Visigodos llegaron y se asentaron en Castilla. Culto secreto o no, paganos o no. Son misterios que posiblemente nunca sepamos realmente, si son o fueron ciertos. Solo depende de lo que nosotros queramos creer según los datos que encontremos. Simplemente he pensado que era un dato importante y que merecia la pena tratar. En un articulo. Puesto que la verdad, si la hubo. Se la llevaron los guerreros Godos a sus tumbas y no la compartieron con sus descendientes.

 

img300/840/antiguaconsvasticayc6.jpg

 

Origen Germanico de Castilla

Origen Germanico de Castilla

Las cronicas hablan de castilla y leon como nacion de godos. Poemas, nombres de pueblos de toda castilla, personajes como rodrigo, fruela, ramiro, fernando...( nuestros primeros reyes) y por supuesto el conde fernan gonzalez y el cid eran visigodos. Un pueblo no se puede inventar de la noche a la mañana, es una consecucion historica de las gentes del norte refugiadas del acoso musulman. Las instituciones juridicas son netamente visigodas. - La comunidad de "Villa y Tierra" y la propiedad comunal de pastos, montes y rios, herencia directa de las comunidades visigoticas. El folklore castellano tambien tiene su origen godo, la danza de palos o danza de espadas, "el paloteo". Nuestro folklore se parece mucho al de paises escandinavos y germanicos como islandia y las islas frisonas. Hemos visto aqui que en el aspecto juridico, cultural, institucional, folkorico y de tradicion popular, nuestra tierra basa desde su antiguo su comunidad fundamental en el derecho, la cultura y el folkore de danzas guerreras y la ancestral memoria del pasado visigodo. Podemos afirmarnos nuestra tesis, la primitiva comunidad castellana es el resultado de una fusion lenta y ordenada de un nucleo gobernante e iniciador de la reconquista, de raza goda, y una base de pueblos celticos y celtiberos; los primeros, conservaron sus peculiares instituciones y los segundos, con mentalidad y cultura latina: todos en una fe comun van creando la voluntad superior de un solo pueblo, el castellano.

 

Apuntes para la reflexión sobre el estado español

Bueno, sabemos lo complicado que es este tema, pero precisamente por eso, mas ganas tenemos de solucionarlo cuanto antes.
Lo primero, negar cualquier realidad identitaria dentro de la península sería echarse leña contra su propio fuego. Partiendo de esa base, es necesario estudiar a fondo esta faceta.
¿Qué es una nación? Es un conjunto de personas con un mismo origen étnico, lengua, tradiciones, cultura, instituciones... este seria el conocido de toda la vida, además llamado “modelo eslavo”, luego existe el “modelo liberal”, en que cualquier individuo puede pertenecer a una nación, lo llamaríamos también “modelo sionista”.
España, ¿es una nación? Aquí viene la pregunta clave, es muy sencillo, España, no puede ser una nación porque no tiene las cualidades homogéneas que hemos descrito antes, no tiene lengua propia, porque su lengua oficial es el castellano (pese a que algunos se esfuercen en llamarla “español”), no tiene un mismo origen étnico, no podemos comparar a un vasco con un andaluz, ni a un gallego con un valenciano, a un castellano con un catalán. Las tradiciones son parecidas pero no idénticas, desde los bailes, romerías, hasta los pasacalles.
Como NacionalSocialistas, vamos a respetar no solo la forma de ser del pueblo castellano sino la de todos los pueblos del estado español y de la Gran Patria Europea, y no solo a respetar, sino a fomentar por todos los medios toda lucha identitaria, porque nosotros creemos que en la lucha étnica esta la salvación contra todo extranjero. Por supuesto, nosotros vamos a trabajar por la recuperación nacional de Castilla en cualquier parte.
No habría ni que discutir estos hechos pues esta más claro que la mayor parte de la historia Hispana esta protagonizada por sus reinos y pueblos independientes. Pero lo haremos mínimamente.
Lo que dicen los españolistas que España existe desde: algunos dicen desde los romanos, otros desde los visigodos y otros desde los reyes católicos, pues bien, en ninguna de estas fechas existió unidad política-administrativa en todo el territorio peninsular. Los romanos si es verdad que tenían un concepto territorial peninsular pero a la vez se dividió la península en cinco provincias pertenecientes al Imperio Romano. Con los visigodos se estableció una monarquía con capital en Toledo, casi ocupó toda la península, pero no, había tres tribus celtas: los Astures, los Cántabros y los vascones, Los visigodos y los Cántabros, precisamente iban a hacer nacer la nación castellana en el año 800 d.c. Y por supuesto, en la época de los reyes católicos no hay unidad del territorio peninsular, pues se casan dos reyes y en ningún momento ni la Corona de Castilla ni la Corona de Aragón pierden su independencia. Preguntamos ¿si en la guerra que enfrentó a Isabel “la católica” de Castilla y a Juana de Portugal, hubiera ganado Juana, como estaría ahora organizado el Estado Español? Muy fácil, Portugal y Castilla serían España y la corona de Aragón sería un Estado no español.
España, se llama así desde hace 200 años, cuando en las cortes liberales de Cádiz se les ocurrió llamarla nación, atrás quedaron siglos de represión borbónica contra las demás naciones ibéricas, excepto Portugal, ya independizado de la Corona de Castilla, prohibiéndoles su lengua, sus costumbres, sus instituciones... intentando destrozar toda identidad que no fuese diferente a la castellana, porque Castilla fue escogida por los reyes para cometer las atropelias, utilizando su lengua imponiéndola, igual intentaron hacer con todo.
Esta fase comenzó con Felipe V, copiando totalmente el modelo francés, intentaron (y consiguieron) imponer su forma borbónica.
En 1707 se abolían los Fueros de Aragón y Valencia y se les sometía al uso y práctica de las leyes de Castilla, la reforma se amplió a Cataluña (1716) y a Mallorca (1715).
Lo que esta claro es que la monarquía siempre luchó por mas parcelas de poder en cualquier sitio sin importarles los pueblos y las naciones que oprimieran.
Llegamos así, hasta la guerra de la “independencia” en que el soldado francés jacobino implanta a sangre y fuego, el liberalismo total en todo el Estado Español. En las Cortés de Cádiz, el estado español empieza a ser una “nación”. Esto hasta ahora en que todavía mucha gente piensa en la sagrada unidad de la patria española ¿qué unidad? Pues sí, nosotros estamos por la verdadera unidad de todos los pueblos de iberia, acostumbrémonos a llamar a España, estado español, que es como verdaderamente se llama, y es como se llamaba cuando aconteció su edad de oro en que los reyes y el pueblo se respetaban mutuamente en sus peculiaridades hasta el Siglo XVIII, y no España, que es un nombre jacobino, borbónico... Iberia existe , es un nombre que se le asigna a la península ibérica con los territorios etnico-nacionales de Galiza, Lusitania, Euskal Herria, Catalunya, Castilla, Canarias.
Como NS. decir que como objetivo final tendría que existir un solo Estado, que sería Europa, lo cual nosotros abogamos, como fin último, a la destrucción de los Estados en una revolución racial y socialista, pero claro esta, manteniendo las fronteras étnicas europeas con su independencia total en un entorno de máxima cooperación en una Europa confederada o federada. Creemos que construir Estados nuevos es ir hacia atrás, pero tal y como esta ahora Castilla, dividida en 5 CC.AA, destrozando poco a poco todos sus valores étnicos y espirituales, su cultura, su lengua, solo hay que fijarse un poco para ver la situación de un país milenario totalmente empobrecido, despoblado... a esto nos condena este Estado. En pueblos sin arraigo, sin identidad y por supuesto sin socialismo racial es una perla de cultivo para que el sionismo ataque con toda su fuerza, como lo está haciendo. Todos sabemos que ningún pueblo será libre mientras no se derrote al sistema liberal-capitalista, nosotros pensamos a ciencia cierta que esta es una forma muy buena de por lo menos concienciar a las gentes de Castilla y de cualquier país, enseñar que tenemos muchas cosas en común: tradiciones, cultura, lengua, historia, literatura... eso es lo que hay que potenciar para intentar resistir al mundialismo.
Nuestro modelo ideal actual, por supuesto sería un Estado Federal simétrico, sin mas derechos unos que otros, y en pro de la construcción europea.
Nosotros consideramos que la Península Ibérica es un territorio preciado por el que muchos pueblos en la historia la han querido conquistar, y tácticamente es de los mejores territorios europeos, de hecho nuestros ancestros iberos y romanos ya la llamaron al conjunto peninsular Iberia e Hispania, por eso no podemos destrozar la unión entre todos nuestros pueblos, con imposiciones, odios y demás.
Ya es hora que los NS. comenzemos a desterrar confusiones, prejuicios y ramalazos ultra-derechosos y nos conciencemos de cual es nuestra nación en sus esencias étnicas y levantemos los pendones otra vez al viento después de tanto tiempo escondidos.

Nosotros, empezamos ya a alzar la voz identitaria, racialista y socialista en estos tiempos que sabemos que son muy difíciles para desarrollar nuestra lucha pero que mientras que uno solo de los nuestros quede, nuestro ideal vivirá. Y por eso luchamos porque estamos convencidos que como dijo Goebbels, la verdad siempre acabará triunfando en este mundo y algún día podrá renacer de sus cenizas nuestro país de los castillos y vuelva a ser lo que nunca debió de dejar de ser, una patria orgullosa de la sangre de sus ancestros.
Aquí y ahora, comenzamos la lucha por esa nueva Europa soñada en que cada pueblo europeo, unidos, volvamos a ser la civilización germana, griega, romana que tantos siglos de gloria dio.



 

El Folklore castellano

El Folklore castellano

“Existen pues, en Castilla tradiciones, costumbres, ambiente, color y canciones nacionales, hasta el extremo que ninguna otra nación ha presentado hasta la fecha ciertas especies de que hoy puede hacer gala Castilla ...
En casi toda Castilla existen las mismas especies y abundan los ejemplares de cada una éstas. Los ejemplares, es decir, las mismas tonadas, no se repiten por lo general en las distintas provincias, ni aún casi en los pueblos de la región misma. En muchos sitios y diversas regiones, no obstante, he encontrado ciertas canciones repetidas como las Carrasquillas, las habas verdes, las Rondas, el Trepelete y otras varias ...
Lo que ocurre hoy a Castilla es que está siendo objeto de un gran infortunio. Castilla muy castigada tiene a muchos de sus hijos pobres y de estos va desapareciendo la expansión y la alegría que da el bienestar de la fortuna. Sus tradiciones, sus costumbres y sus canciones se van amortiguando, se van muriendo. Esto se debe evitar a todo trance ...”

Folk-lore de Castilla ó Cancionero popular de Burgos
Federico Olmeda. 1903

Las canciones tradicionales castellanas han venido ajustándose en su funcionalidad a dos ciclos principales:

  • el vital: con sus temas de cuna, infantiles, de quintos o de bodas,

  • el anual, que seguía de cerca aquellas festividades más significativas del mundo rural, tanto por su significación religiosa como por su coincidencia con determinados hitos del calendario agrícola; encontramos, así, en los distintos cancioneros populares, temas de matanza, de Navidad, de botargas, de san Antón, de las Candelas, de Carnavales, de Cuaresma, de Semana Santa, marzas, de esquileo, rondas, mayos, rogativas, a la cruz de mayo, a San Antonio, de recolección, de vendimia, aradas, ...

    Como efecto de una refolklorización tardía, que no va más allá del final del siglo pasado, las músicas tradicionales de otras tierras han terminado por uniformarse e identificarse preferentemente con un género (la jota, la sardana, la muñeira, el fandango,...) o un instrumento (la gaita, la guitarra, el txistu,...) a menudo atribuyéndose en exclusiva lo que es herencia común de casi todos los pueblos. Por el contrario, la tradición musical de Castilla ha conservado, sin que ninguno prevalezca sobre otros y los oscurezca, todos los instrumentos, todos los géneros, todas las voces, todos los estilos y todos los rasgos musicales que enriquecen el acervo folklórico castellano.

    Los temas cantados o instrumentales resultan variadísimos según las comarcas y lugares, de modo que encontramos dentro de la geografía castellana ritmos agudos y llanos, ruedas, corridos, boleros, seguidillas, jotas, carrasquillas, jerigonzas, charradas, fandangos, rebolados, dianas, pasacalles, entradillas, paloteos, ...evolucionando desde la austeridad de las protomelodias arcaicas hasta los tonos bien perfilados y definidos, pasando por todo un amplísimo abanico de sonoridades en que se adivinan siglos enteros de práctica musical viva que repite, transforma e inventa constantemente.

    Se podría pensar que esta variedad es debida al amplio número de comarcas castellanas que agrupan tipos de gentes tan distantes y tan dispares. Pero esto es sólo verdad a medias. Porque en Castilla se aúnan los más diversos matices de colorido con la unicidad de las raíces sonoras de las músicas. Si se quisiera resumir en un rasgo característico la sonoridad del folklore castellano, tendríamos que caracterizarlo por un lirismo hondo, presente en las músicas y en las palabras, y expresado con una sorprendente economía de medios, lo que da unidad al repertorio musical tradicional de nuestra tierra.

    Si variados son los estilos y las voces, no menos variados son los instrumentos. Desde los sones vetustos del rabel, la flauta (gaita) de tres orificios y la gaita de saco, capaces de emitir notas ambiguas que parecen desafinaciones, pero que son supervivencias arcaicas que permiten a estos viejos ingenios sonoros emparentarse y emparejarse profundamente con la música vocal, hasta los toques del repertorio dulzainero, generalmente más recientes, pero profundamente enraizados también en el repertorio vocal. O los de las guitarras y rondallas que sirven de cauce rítmico a jotas, fandangos, seguidillas y rondeñas, géneros que toman en las comarcas castellanas sonoridades propias, muy diferentes de las de tierras más al sur.

    En cuanto a los instrumentos de hacer ritmo la paleta tímbrica es de una riqueza no menos sorprendente. Aunque la pandereta es por estas tierras el instrumento más frecuente para trazar el cauce rítmico a las voces, no hay que olvidar la inagotable multiplicidad de sonidos originada, tanto por la variedad de tamaños, formas y complementos sonoros de este instrumento, desde la pequeña panderetilla que se puede sujetar con el pulgar hasta los enormes panderos norteños que hay que apoyar sobre el pecho, pasando por los de forma cuadrada, pervivencia del adufe árabe, como por las innumerables formas de ponerla en acción para extraerle timbres diversos.

    Escuchar, la infinidad de matices que un tamborilero (gaitero) es capaz de sacar a su instrumento acompañante, desde el fortísimo al pianísimo, desde lo bronco hasta lo sutilmente fino, desde el repiqueteo menudo hasta la lenta severidad del toque procesional, es caminar de sorpresa en sorpresa por nuestra tierra castellana. Oír y distinguir la gran variedad de chismes y cacharros que han pasado a formar parte del conjunto de timbres idiófonos característico de algunos toques y sones (almireces, cucharas, cribas, sartenes percutidas con dedales, botellas frotadas, cántaros soplados, tejoletas, palos, palillos, ...) es un regalo para el oído, porque todos ellos contribuyen, no a vulgarizar lo popular, sino a enriquecer lo tradicional con una gama variadísima de matices siempre nuevos.

    Federico Olmeda (1865 – 1909)
    Natural de Burgo de Osma, donde realizo las carreras eclesiástica y musical, fue el primer músico folklorista que abordo el trabajo de recopilación y transcripción de la música de tradición oral con mente clara y con un procedimiento sistemático. Olmeda recorre directamente los pueblos burgaleses, de los que da referencia, y allí recoge las melodías de labios de esos cantores “nativos” que son depositarios de la herencia musical tradicional adquirida por tradición oral y practicada a diario en cada momento de la vida y en cada época del año. “El folklore de Castilla o Cancionero popular de Burgos” recopilado por Olmeda dejó bien claro que Castilla tenía una tradición musical tan rica, variada y original en sonoridades como podían serlo las de las que ya se conocían, aparte de un arcaísmo muy sugerente.

    Junto con el “Cancionero salmantino” de Dámaso Ledesma (1907), el “Folklore leonés” de M. Fernández Nuñez (1931) y el “Cancionero de Castilla o Cancionero segoviano” de Agapito Marazuela, recopilado entre 1910 y 1930 pero publicado en 1964, el cancionero de Olmeda, como obras de recopilación temprana, constituyen la base para el conocimiento de la tradición musical de las tierras castellanas.

    A estos autores se sumaran, a lo largo del siglo XX otros como González Pastrana “La montaña de León: cien canciones armonizadas” (1910), Gabriel M. Vergara “Coplas y romances que cantan los mozos en algunos pueblos de Castilla la Vieja” (1915), Gonzalo Castrillo “Estudio sobre el canto popular castellano” (1925), Narciso Alonso Cortés “Romances populares de Castilla” (1906), Gaspar de Arabolaza “Aromas del campo: así canta Castilla” (1933), Domingo Hergueta “Folklore burgalés” (1934), Aníbal Sánchez Fraile “Nuevo cancionero salmantino” (1943), Manuel García Matos, Justo del Río, Joaquín Díaz, ...

  • Arquitectura Popular

    Arquitectura Popular

    Cuando preparamos un viaje por cualquier parte de Castilla, uno de los objetivos principales que solemos considerar es la posibilidad de conocer el inacabable patrimonio arquitectónico que se esparce por todo el país: castillos, catedrales, palacios, monasterios,... Pero ésta es la arquitectura del poder, es el legado que dejaron en forma de edificios aquellos que a lo largo de la historia contaron con los recursos suficientes para poder levantar las más grandes, bellas y espectaculares construcciones. En cambio, suele pasar más desapercibida otra herencia arquitectónica, otro valor del patrimonio cultural: la arquitectura tradicional popular.

    La arquitectura tradicional castellana no es algo estable, como todo lo popular, mientras esta vivo y tiene un sentido, esta en continua evolución. Unido esto a la amplitud de Castilla y a la diversidad climática, geográfica y humana de sus comarcas hace imposible establecer características generales de edificación, a parte de la funcionalidad y sencillez que caracteriza a todas ellas.

    Según L. Feduchi son tres los factores fundamentales que inciden en la arquitectura popular: el clima, la tierra y la persona. El clima obligará a una determinada posición y tamaño de entradas y huecos, al tipo de cubiertas y al aislamiento de muros, a la existencia de patios o corrales aglutinados en el conjunto de la casa, al número de alturas y dependencias. La tierra son los materiales que se encuentran a mano, así, el barro o la piedra junto con la madera serán los argumentos básicos de la arquitectura popular castellana, trabajados de muy diversas maneras, pero todas ellas colaborando con el objetivo principal: cumplir la función, servir para el fin propuesto. La persona, desde su doble vertiente ser humano con necesidades materiales y económicas y como ser espiritual con una serie de percepciones, mitos, hechos culturales y sociales que condicionan todo el desarrollo de esta arquitectura.

    Las construcciones populares han ido evolucionando al mismo tiempo que la sociedad, generalmente de modo lento. Los avances, tanto técnicos como sociales, producidos desde principios del siglo pasado han repercutido en las construcciones tradicionales castellanas, conservándose las estructuras más puras en los lugares más apartados de las corrientes modernizadoras.

    La arquitectura popular lleva detrás una idea filosófica que es la que se ha ido perdiendo con la irrupción de la industria y la cultura urbanita dentro de lo rural. A lo largo de los siglos los castellanos y castellanas que han vivido en sus respectivas comarcas han ido aprendiendo de ellas lo bueno y lo malo, han ido depurando formas, materiales y actitudes, han ido marcando costumbres, que responden a las equivocaciones que generaciones tras generaciones han corregido, costumbres que marcan tiempos y formas, y, por fin, costumbres que indican dónde se ha de edificar, cómo se ha de hacer, cuándo es el mejor momento y hacia donde deben orientarse las casas.

    Siendo eminentemente rural, Castilla se ha mantenido durante siglos perpetuando modelos y funciones que poco han variado a lo largo de los tiempos, porque tampoco ha variado esencialmente su modo de vida. Esto ha sido así hasta que a partir de los años 60 se produce una quiebra total en la vida de nuestros pueblos; los primeros emigrantes, que lo son por que la estructura económica era incapaz de aportar soluciones, rompen con siglos de continuismo. A partir de ahí, poco a poco, los pueblos y comarcas van perdiendo población activa, las estructuras económicas se van modernizando, se inicia la mecanización del campo y de la ganadería y, como consecuencia, empiezan a necesitarse espacios nuevos y a sobrar los tradicionales. En los años 80 y 90 esto ha llegado a un estadio de desvirtualización de la arquitectura popular.

    Sin embargo, aunque muchos edificios menores como cuadras, pajares,... hayan pasado a ser cocheras o viviendas de vacaciones o que las viviendas tradicionales no reúnan las condiciones de habitabilidad que hoy se exigen, a pesar de todo esto, se esta produciendo una recuperación de este patrimonio histórico y cultural del pueblo castellano por dos caminos bien distintos: por una parte la adecuación de edificios de arquitectura tradicional para la explotación turística mediante el turismo rural y por otra, la recuperación de materiales y métodos de construcción tradicional, adobe y tapial principalmente, que son formas más racionales y ecológicas de convivir con la tierra como están demostrando las gentes de Amayuelas.

    El adobe
    Es el elemento de construcción más característico de Castilla por ser el más fácil de elaborar y utilizar así como por su versatilidad. El uso del adobe es muy antiguo y se le nombra en el libro del Exodo cuando el Faraón niega a los judíos la paja para poder elaborarlo. La fabricación de los adobes, a pesar de su sencillez, requiere una serie de pasos: arrancada la tierra del barrero se criba perfectamente para limpiarla de impurezas; se amontona y mezcla con a paja, se añade agua al tiempo que se pisa para que todo quede bien humedecido. Una vez hecha la pila de barro se vuelca en unos moldes rectangulares de madera llamados gradillas, hormas, amacales o bancales. El barro se aprieta bien con las manos y el sobrante se elimina con un rasero. Finalmente se les pone a secar al sol, dándoles vueltas para que se sequen por todos los lados y no se resquebrajen.

    Población : Emigración y envejecimiento

    Evolución de la población castellana a lo largo del siglo XX

        A comienzos del siglo XX la población total de Castilla era de cerca de 5 millones de personas, el 25,5% de la población del Estado español. En 1998, según datos del Censo de Población y el Padrón Municipal de Habitantes publicados por el INE, la población era el doble, 10.082.872 personas, representando el 25,3% de la población estatal.

       Si bien estos datos hacen pensar que la evolución de la población castellana ha seguido la misma evolución que la que ha experimentado la población estatal, nada más lejos de la realidad, ya que a la hora de realizar cálculos, los datos poblacionales de la provincia de Madrid, que en 1998 contaba con más de 5 millones de habitantes, distorsionan las medias del conjunto castellano. Así, en 1900 los 1.378.000 habitantes de las provincias de la actual comunidad autónoma de Castilla-La Mancha representaban el 7,4% de la población estatal, en 1998 los 1.716.152 habitantes de esas cinco provincias solo suponían el 4,3%. Dinámicas similares han experimentado Castilla y León (del 12,5 de 1900 al 6,2 de 1998), Santander (del 1,5 al 1,3) y Logroño (del 1,04 al 0,66), mientras que Madrid ha pasado de representar el 4,13% de la población estatal en 1900 con 736.593 habitantes al 12,7 de 1998 con 5.091.336 habitantes.

       La evolución seguida por las provincias castellanas es más dispar. En 1998 sólo Burgos, León, Madrid, Salamanca, Santander, Toledo y Valladolid eran capaces de superar el número de habitantes de 1900, aunque en ninguno de los casos, a excepción de Madrid, se llegara a alcanzar el crecimiento medio del país. Ni siquiera tomando como referencia la década de los 50, cuando estas provincias alcanzan sus mayores números de habitantes, el incremento de la población con respecto al inicio de la centuria fue comparable a la media estatal.

    Saldo vegetativo: natalidad y mortalidad.

       Los diversos movimientos migratorios  experimentados por la población castellana a lo largo del siglo XX han trastocado selectivamente la estructura de edades y ha provocado la destrucción del equilibrio entre varones, lo que ha supuesto la perdida de potencial natalista en esta tierra. En el medio rural castellano, en general, y en algunas provincias y comarcas en particular, ha supuesto hipotecar la capacidad de reemplazo generacional, estimado para una media de 2,1 hijos y que en Castilla esta media es de 1,1 hijos por mujer.

       La mortalidad, el segundo componente que determina el movimiento natural de la población, es del 9,6 por mil, dos puntos por encima de la media estatal. Este elevado índice se debe a causas exclusivamente  demográficas ya que la disminución de la natalidad hace que los tramos de edades superiores, en los que son mayores la probabilidades de muerte, representen cada vez porcentajes más altos.

       Nacimientos y defunciones se combinan, dejando al margen los posibles movimientos migratorios, para formar el saldo vegetativo, de quien dependerá finalmente el aumento o descenso del número de habitantes. Así, en 1999 se registraron en Castilla 91.976 nacimientos y 89.578 defunciones, con lo que se obtiene un saldo vegetativo positivo de 2.389 personas. Cifra que, influenciada por los indicadores de la provincia de Madrid, donde se producen 52.293 nacimientos frente a 39.000 defunciones, oculta unos saldos negativos como el que se registra en Castilla la Vieja y León  que es de -9.947.

    Estructura de edades y sexos.

       Actualmente la edad media de la población castellana ronda los 39 años, 10 años mayor que la que se registraba a principios de siglo. Con las edades medias más altas de entre las registradas en el estado se colocan Castilla y León con 39,8 años y Logroño con 39,2 debido a que la natalidad ha sido durante los últimos años muy débil, por debajo del 8 por 1.000 a partir de 1993 y la tasa bruta de mortalidad creciente, por encima del 9 por 1.000.
       Hasta los veinte años, los índices de masculinidad por edades son similares a los del resto de la península. A partir de esa edad comienzan a aumentar, alcanzándose la máxima diferencia entre los 35 y 39 años. Esta sobremasculinidad es el resultado de los movimientos migratorios que cuantitativamente han afectado más a las mujeres.

       La baja natalidad, continuada a lo largo de los años, ha traído como consecuencia el que los menores de quince años, un 15, 43% de la población total castellana, representen un porcentaje inferior al del resto del estado. Su tendencia a la reducción a lo largo del siglo ha seguido pareja con la evolución de la natalidad y de la mortalidad, así en 1991 era la mitad que noventa años antes.

       El porcentaje del grupo de edades de quince a sesenta y cuatro años es el que menos variaciones ha experimentado de todo el siglo. Es lógico que así haya sido dada su amplitud y heterogeneidad. En 1998 estaba un punto por debajo del porcentaje del Estado español, pero es una diferencia irrelevante.

       En el tramo de edad de más de sesenta y cinco años el porcentaje de población castellana, 18,36%, sobrepasa en dos puntos la media estatal. Otra vez los datos de la provincia de Madrid ocultan datos preocupantes como los cinco puntos de diferencia que hay entre la media estatal y la media de Castilla y León o los tres en Castilla-La Mancha.

    Movimientos migratorios

       El proceso migratorio castellano ha sido, y es, especialmente empobrecedor para nuestra tierra. A partir de la década de los años ochenta se abrió el abanico de destinos, aunque los históricos siguen ocupando las primeras posiciones. Madrid sigue siendo la provincia más escogida, seguida por las provincias vascas y Cataluña, aunque estos últimos destinos experimentan un retroceso apreciable. Los destinos que surgen con fuerza son Canarias, Andalucía, Galicia y la Comunidad Valenciana.

        Las migraciones no inciden por igual en todos los grupos de población. La mayor parte de las personas que intervinieron en los movimientos migratorios registrados entre 1986 y 1995 tenían de dieciséis a veinticuatro años, seguidos por los de veinticuatro a sesenta y cuatro años, si bien, este segundo es muy amplio, por lo que es probable que en la zona de menor edad exista un porcentaje similar al de las edades más jóvenes. Por otra parte, la inmigración exterior al Estado español, salvo en el caso de Madrid sigue siendo escasa y, por lo tanto, insuficiente para paliar la despoblación que sufre Castilla, en especial en el medio rural.

    Densidad de población

        La densidad demográfica de Castilla es de 52 habitantes por kilómetro cuadrado, dato, como otros anteriores, sobredimensionado por los 634 habitantes por kilómetro cuadrado que registra la provincia de Madrid. Excluyendo estos datos, la densidad de población en Castilla sería de 27 habitantes por kilómetro cuadrado, muy lejos de la media estatal que es 78 y de la europea que es de 115.
        Estos datos genéricos son especialmente preocupantes en la provincia de Soria, cuya densidad de población solo asciende a 9 habitantes por kilómetro cuadrado o los 12 de Cuenca y 13 de Guadalajara. De las provincias en las que se sitúan las capitales de las respectivas comunidades autónomas, Madrid y Santander son las únicas que sobrepasan la media estatal con 634 y 99 hab./Km2 respectivamente, mientras que las de Valladolid, Logroño y Toledo son de 61, 52 y 34.
        La mayor parte de la población se concentra en los núcleos urbanos más importantes, por lo que los datos deben ser revisados. Así, en la provincia de Burgos las tres ciudades más pobladas: la capital, Aranda  de Duero y Miranda de Ebro abarcan una extensión de 336 Km2 y una población de 227.022 personas, así, el resto de la provincia, 13.956 km2, con 119.333 habitantes tiene una densidad de 8 habitantes por km2.