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NacionalSocialistas Castellanos

Nacimiento de Castilla. Año 800

Castilla nació testimonialmente el 15 de septiembre del 800 en el hoy desaparecido monasterio de San Emeterio de Taranco de Mena, situado en el valle de Mena, en el norte de la actual provincia de Burgos. El nombre de Castilla aparece en un documento notarial por el que el abad Vitulo donaba unos terrenos. En ese documento aparece escrito «Bardulia quae nunc vocatur Castella» (Bardulia que desde ahora llamaremos Castilla). También hay que tener en cuenta la antiquísima documentación del obispado de Valpuesta, monasterio de la provincia de Burgos (804-1087), donde en sus viejos cartularios comienzan a redactarse palabras en el naciente romance castellano (futuro idioma castellano o español). La creencia popular dice que el nombre de Castilla proviene de la gran cantidad de castillos o fortalezas que había en estas tierras; sin embargo, el nombre puede tener otro origen.

Años más tarde se consolidaría como entidad política autónoma, aunque permaneciendo como condado vasallo del Reino de León. Esta tierra estaba habitada mayoritariamente por habitantes de origen cántabro y vasco con un dialecto romance propio, el castellano, y unas leyes diferenciadas, basadas en el libre albedrío, y administradas, según la tradición, por jueces populares, en contraste con el Fuero Juzgo romano-visigótico vigente en el reino leonés.

En el año 932 el condado de Castilla se independizó de facto de León con el conde Fernán González, siendo el primer rey de Castilla Fernando I. En el año 1037 muere Bermudo III, rey de León, en la batalla de Tamarón, mientras luchaba contra su cuñado, Fernando I. Al morir en 1037 sin descendencia Vermudo III, su cuñado consideró que era el sucesor y, por lo tanto, pasó a regir ambos reinos. En el año 1054 Fernando I luchó contra su hermano, García Sánchez III de Nájera, rey de Navarra, en la Batalla de Atapuerca, muriendo también el monarca navarro y anexionándose entre otras la comarca de los montes de Oca, cerca de la ciudad de Burgos.

A la muerte de Fernando I, ocurrida en 1065, los reinos son repartidos entre sus hijos, siendo para Sancho II el de Castilla y para Alfonso VI el de León. Sancho II es asesinado en 1072 y su hermano accede al trono de Castilla (siglos después los románticos inventaron el famoso juramento que tomó El Cid a Alfonso VI en Santa Gadea de Burgos, basado en la la inocencia o no del Monarca Leonés acerca del asesinato de su hermano). El que la misma persona rigiera en ambos reinos es un hecho que se mantendría durante varias generaciones.

A su muerte le sucedió en el trono su hija, Urraca. Esta se casó, en segundas nupcias, con Alfonso I de Aragón, pero al no lograr regir ambos reinos, y debido a los grandes enfrentamientos de clases entre ellos, Alfonso I repudió a Urraca en 1114, lo que agudizó los enfrentamientios. Si bien el papa Pascual II anuló el matrimonio anteriormente, ellos siguieron juntos hasta esa fecha. Urraca también tuvo que enfrentarse a su hijo, Rey de Galicia, para hacer valer sus derechos sobre ese reino, y a su muerte el mismo hijo le sucede como Alfonso VII, fruto de su primer matrimonio. Alfonso VII consiguió anexionarse tierras de los reinos de Navarra y Aragón (debido a la debilidad de estos reinos causados por su secesión a la muerte de Alfonso I de Aragón). Renuncia a su derecho a la conquista de la costa mediterránea a favor de la nueva unión de Aragón con el Condado de Barcelona (Petronila y Ramón Berenguer IV).

En su testamento vuelve a la tradición real de distintos monarcas para cada reino. Fernando II será rey de León, y Sancho III, rey de Castilla

En 1217 Fernando III el Santo recibió de su madre Berenguela el Reino de Castilla y de su padre Alfonso IX en 1230 el de León. Asimismo, aprovechó el declive del imperio almohade para conquistar el valle del Guadalquivir mientras que su hijo Alfonso tomaba el Reino de Murcia. Las Cortes de León y Castilla se fundieron, momento el que se considera que surge la Corona de Castilla, formada por los reinos de Castilla, León, Toledo y el resto de reinos taifas y señoríos conquistados a los árabes. Estos reinos conservaron instituciones y legislación diferenciadas. Por ejemplo, en los reinos de Galicia, León y Toledo se aplicaba un derecho de raíz romano-visigótica, diferente a la legislación basada principalmente en la costumbre que existía en el Reino de Castilla.

                                                   pendon carmesi 01      

El Pacto Federal castellano de 1869

El día 13 de junio de  1.869, una gran manifestación popular, más de
siete mil personas según los periódicos de la  época,  recorría  las
calles  de  Valladolid  para  apoyar  la  firma  del  Pacto  Federal
Castellano,  que  los  representantes republicanos de las diecisiete
provincias de Castilla, rubricarían días después.

Una de las corrientes políticas  más importantes que contribuyó a la
caída de la monarquía borbónica y su constitución de  1.845  fue  la
republicana.

Durante  los  años  anteriores  a  1868 había venido extendiéndose y
madurando el  movimiento  republicano.   El  Estado  Español contaba
entre sus bases sociales con una  nutrida  representación  de  todos
aquellos   sectores   que   podían   articular  un  proyecto  social
progresista:Trabajadores de la  ciudad  y  del campo, profesionales,
intelectuales ...

La caída de Isabel II abre paso a un periodo de enfrentamientos  que
perdura  hasta  1.873,  entre  los  partidarios de mantener el viejo
régimen con nuevas caras y  la  mayoría de la población, empeñada en
construir  un  nuevo  sistema  político.    Esta   lucha,   con   la
proclamación de la República Federal, el 2 de Febrero de 1.873.

En este contexto, representantes de los sectores más progresistas de
la  sociedad  civil  castellana se unen para definir y llevar a buen
termino el Pacto Federal Castellano.

Este Pacto Federal Castellano tiene dos objetivos claros:
- Reafirmar la necesidad de un cambio de régimen.
-  Garantizar  que  el  nuevo  sistema  político  que  se constituya
reconozca institucionalmente la identidad de  Castilla  como  pueblo
diferenciado,   es  decir  con  derecho  a  su  propia  articulación
política.

Ambos objetivos quedan  bien  explicitados  en  el  texto del citado
pacto,  así  en  su  artículo  primero  dice:    "La   asamblea   de
representantes de la Federación Castellana reconoce y declara que la
forma  de gobierno que entraña y ha de realizar el ideal del partido
republicano, es la República Democrática Federal."..

Y en el  cuarto:   "La  Federación  castellana  se constituye por la
unión de diecisiete  provincias  congregadas..  esta  federación  se
compone de los dos Estados de Castilla la Vieja y Castilla la Nueva:

El  Estado  de  Castilla  la Vieja lo constituyen las provincias de:
Avila,  Burgos,  León,   Logroño,  Santander,  Palencia,  Salamanca,
Segovia, Soria, Valladolid y Zamora.

El Estado de Castilla la Nueva  lo  constituyen  las  provincias  de
Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Madrid y Toledo."



> TEXTO DEL PACTO FEDERAL CASTELLANO

Los  representantes  de  las  provincias  de Castilla nombrados para
convenir  y  otorgar  el   Pacto  Federal  Castellano,  reunidos  en
Asamblea, consideran como imprescindible obligación el dar cuenta  á
sus  comités de los trabajos que hasta ahora han llevado a termino ;
trabajos  comenzados  con  los   mejores   auspicios,  una  vez  que
arrancaron desde el instante en que tuvo  término  la  manifestación
que  el  partido  republicano de Valladolid hizo en unión nuestra el
día 13  de  Junio,  fecha  memorable,  por  la  sensatez,  cordura y
moderación de que dio ejemplo, y que son un  mentís  solemne  contra
las acusaciones de nuestros adversarios.

De  feliz  augurio nos sirvió este hecho, como así mismo el no menos
elocuente de  que,  apenas  celebramos  nuestra sesión preparatoria,
tuvimos el inefable contento de ver que ninguna  de  las  diecisiete
provincias  castellanas  habían  fallado  al  llamamiento  :   todas
acudieron   presentando  algunas,  por  la  diferente  ó  incompleta
organización del partido,  tal  número  de representantes legitima y
debidamente autorizados, que la Asamblea, inspirada en  su  criterio
democrático,  creyó  conveniente admitir por cada provincia distinto
número de representantes,  si  bien  la  representación en todas fue
igual para nuestras deliberaciones, puesto que cada una solo tuvo un
voto para aprobar ó desaprobar nuestros acuerdos.

Una vez reunidos representantes de las provincias castellanas,  bien
pronto vieron que todos coincidían en sentimientos y propósitos.  La
unión de los republicanos de las dos Castillas bajo una más fuerte y
cuidadosa  organización  ; la necesidad de estar todos tan conformes
en la conducta como lo están en las doctrinas ; el reconocimiento de
que todos sus intereses son solidarios  y de que por tanto la ofensa
hecha á uno ha de considerarse como ofensa hecha a  todos  ;  fueron
desde el primer momento las aspiraciones manifestadas unánimemente ;
aspiraciones que debidamente expuestas y aquilatadas en el crisol de
la  discusión,  dieron  a  conocer bien pronto a la Asamblea, cuáles
eran las necesidades del partido republicano de las dos Castillas; y
conocidas   estas   necesidades,   posible   fue   arbitrar  remedio
conveniente.

No  nos  dirán  los  representantes  de  las  diecisiete  provincias
castellanas, que han acertado en sus acuerdos; no sostendrán tampoco
que lo por ellos determinado es lo mejor y más conveniente, pero  si
pueden  asegurar, que animados del más puro patriotismo, discutieron
amplísimamente ,  examinando  todas  las  cuestiones  bajo todos sus
aspectos en todos  sus  pormenores  y  formando  asi  convencimiento
racional  y  fundado, al emitir sus votos, sólo tuvieron presente el
bien de sus representados y el interés de la causa que defendemos.

Cargos, de honor si pero de estrecha y exigible responsabilidad.

Estos son, republicanos de  las  dos  Castillas, los extremos todos,
que a más  de  los  reservados,  han  sido  discutidos  por  vuestra
Asamblea federal y consignados en los acuerdos siguientes:

Primero.   La Asamblea de representantes de la federación Castellana
reconoce y declara que  la  forma  de  gobierno  que entraña y ha de
realizar  el  ideal  del  partido  republicano   es   la   República
democrática federal.

Esta  forma,  lejos  de  determinar  el  rompimiento  de  la  unidad
nacional,  la  exige  y  estrecha  más  íntimamente,  una vez que la
federación solo supone libertad  de  organizarse y vivir cada Estado
como lo estime más conveniente, pero sin infringir  ninguna  de  las
verdades económicas y morales sancionadas por la justicia universal,
ni  mucho menos ninguno de los derechos individuales que constituyen
y son inherentes a la personalidad humana.

Segundo.  Siendo dogma del partido republicano que el convencimiento
propio y  su  manifestación  la  soberanía  popular  lo  que debe de
determinar todos los actos políticos, los representantes de Castilla
se adhieren a las manifestaciones de minoría republicana  y  de  los
pactos  de  Tortosa y Córdoba, respecto a la declaración de que todo
ataque  de   índole   general   contra   los  derechos  individuales
proclamados por la revolución, será considerado como causa  legitima
de  insurrección,  sino  se consiguiera la reparación debida por los
medios legales.

Tercero.  La Asamblea declara que la organización del partido a cuyo
objeto deben encaminarse preferentemente  todos los esfuerzos de los
republicanos,  debe  consistir  en  la  formación  de   las   Juntas
siguientes:   Municipal ó local, Distrito ó Judicial, Provincial, de
Cantón, de Estado, Federal y Suprema.

La Junta municipal  se  compondrá  de  los  individuos  que elija el
partido de cada localidad.  La de Distrito, de los representantes de
cada Junta municipal.  La Provincial, de los representantes de  cada
provincia.  La de Cantón, de los representantes de cada provincia de
las   que   se   constituyan  en  Cantón.   La  de  Estado,  de  los
representantes  de  cada  provincia,  en  tanto  se  constituyan los
Cantones.  La Federal, de los representantes de cada Estado.   Y  la
Suprema, de los representantes de cada Federación.

La  forma  de  elección  y  número  de  individuos con que se han de
constituir estas Juntas, queda  al  arbitrio  de  cada una de ellas:
sin embargo, la Asamblea recomienda como el mejor medio de elección,
el sufragio universal directo para las Juntas municipales, y el voto
de todos los individuos que compongan cada una de las  Juntas,  para
su representación en la inmediata superior.

Cuarto.   La Federación Castellana se constituye por la unión de las
diecisiete provincias  congregadas,  y  de  cualquiera  otra  que se
adhiera en forma legitima y solemne a este pacto.

Obligado a manifestar el partido republicano,  que  está  unido  por
pensamiento  y  creencias  comunes  a  Castilla  por  medio  de  sus
representados,  ha  debido declarar cual es la forma de gobierno por
cuya realización trabaja, y a  fin  de  mostrar  que no se mueve por
ciego  sentimiento,  sino   por   intima   convicción,   ha   creído
indispensable  recordar, que el partido republicano proclama como su
ideal la federación, no para destruir la unidad nacional que vincula
tan altos  ejemplos  y  tan  memorables  glorias,  sino  que, por el
contrario, es federal, para afirmar y  fundar  más  íntimamente  esa
unidad  nacional que sobre la autonomía e independencia de la vida y
organización y modo de administrarse y regirse cada provincia, están
los  altos  principios  de  derecho  y  de  moral,  que  tienten  su
manifestación  en  la  justicia  y  en  el  entendimiento  de  honra
nacional; así como está,  dada  la  organización federal el gobierno
central a quien corresponde la misión de conservar  la  nacionalidad
española  y  garantizar  los  derechos  individuales,  como asimismo
determinar servicios y obligaciones de carácter general.

Mas no  basta  esta  manifestación  de  nuestras  aspiraciones:  era
preciso declarar la conducta a  que  debía  arreglar  sus  actos  el
partido  republicano  de las dos Castillas, y sobre este particular,
como la unión en propósitos  y  fines de todo el partido republicano
es un hecho, la Asamblea creyó que no podía ni debía separarse de la
determinada  por  la  minoría  del  Congreso  y  por  las  repetidas
declaraciones de los pactos de  Tortosa  y  de  Córdoba.   Así,  los
representantes  castellanos  creen  y en ellos han convenido, que no
deben renunciar a la  propaganda  y  predicación de sus doctrinas, y
que como quiera que la experiencia aconseja ser precavidos  con  ojo
vigilante,  a pié firme, y con el arma al brazo, los republicanos de
Castilla, por medio de sus  representantes, se obligan y comprometen
a  defender  los  derechos  individuales  y  el  sufragio  universal
proclamados por la revolución de Septiembre.  Respecto a este punto,
en  la  Asamblea  de  representantes  de  Castilla  no  podía  haber
divergencia ; todo por la República democrática federal; o salvar la
honra de España ó perecer en la demanda.  Tal es el compromiso serio
y formal que las diecisiete provincias castellanas han contraído,  y
a  que  sabrán  responder  obedeciendo  fielmente al llamamiento del
partido.

Para cumplir bien ó  íntegramente  este  propósito y hacer uniformes
todos los movimientos del partido,  y  poder  subvenir,  así  a  sus
necesidades  de  todo  género y consideración, como a la mutua ayuda
que exige  la  solidaridad  unánimemente  convenida  y aceptada, era
indispensable una organización, que a la vez que  uniera  todas  las
diferentes  localidades  y  dejase  a estas su entera independencia,
fuera acostumbrándonos a la federación y creando así los intereses y
las relaciones que  han  de  servir  a  ésta  de fundamento.  A este
proyecto responde la organización establecida, que aun cuando  a  la
primera  vista aparezca complicada, es por sí tan sencilla, que solo
exige,  para  que  el  partido  se  mueva  enérgica  y unánimemente,
actividad y buen deseo en los individuos que han  de  componer  cada
una de las Juntas.

Y  como  quiera  que  las  circunstancias  especiales del país y del
partido republicano lo  exigen,  la  Asamblea,  haciendo  uso de los
amplios poderes a que está investida, ha  nombrado,  aunque  con  el
consiguiente  carácter de provisional e interino, y en virtud, hasta
tanto que cada agrupación haga  uso  del derecho que la asiste.  Los
individuos que han de desempeñar estos.

Esta Federación se compone de los dos Estados:  Castilla la Vieja  y
Castilla la Nueva.

Reconociéndose   en   todas   estas   provincias   su   autonomía  é
individualidad propia, podrá  cada  una  agruparse  con  otra ú otra
según lo consideren conveniente,  y  una  vez  verificado  esto,  la
agrupación que de estas provincias resulte formará un cantón.

Mas  como quiera que esta constitución no puede ni debe hacerse hoy,
la  Asamblea  debidamente  congregada,   en  la  cual,  previas  las
discusiones consiguientes, y habidas  en  cuenta  sus  relaciones  e
intereses,  se constituirán los cantones en el número y forma que se
estime conveniente.

Quinto.   La  Federación   Castellana   queda   desde  este  momento
constituida y establecida para representar y  velar  por  todos  los
intereses  del partido republicano y para fomentar y cuidar estos se
nombrarán dos  Juntas  de  Estado,  compuestas  de tantos individuos
cuantas sean las provincias confederadas, con residencia la  una  en
Valladolid y la otra en Madrid, en representación de los dos Estados
de  Castilla  la  Vieja  y Castilla la Nueva.  Asimismo, se nombrará
otra federal, compuesta  de  cinco  individuos,  que representará la
Federación Castellana,  y  sostendrá  relaciones  directas  con  las
federaciones de Tortosa y Córdoba.

Estas  tres  juntas,  aunque  tienen  el  carácter  de  interinas  ó
provisionales,  hasta que, elegidas las definitivas, entren estas en
el ejercicio de sus funciones,  gozarán  de todas las facultades que
tienen las Juntas en cuyo reemplazo se nombran.

Sexto.  En consecuencia con el anterior acuerdo,  la  Asamblea  hizo
los siguientes nombramientos:

Junta provisional del Estado de Castilla la Vieja
Por Avila, D. Mariano Marcoartú
Por Burgos, D. Felipe Corral
Por León , D. Juan Téllez
Por Palencia, D. Antonio Domingo
Por Logroño, D. José Saénz de Santamaria
Por Segovia, D. Pedro Ochoa
Por Salamanca, D. Tomás Roldán
Por Soria, D. Lorenzo Ramos
Por Santander, D. Prudencio Sañudo
Por Valladolid, D. Lucas Guerra
Por Zamora, D. Lázaro Somoza



Junta provisional del Estado de Castilla la Nueva
Por Albacete, D. Ramón López de Haro
Por Ciudad Real, D. Manuel Moreno
Por Cuenca, D. Pablo Correa
Por Guadalajara, D. Cirilo López
Por Madrid, D. Antonio Merino
Por Toledo, D. Luis Villaseñor


Junta  provisional  Federal  Castellana Por el Estado de Castilla la
Vieja:  D. Miguel Morayta  y  D.  Antonio  Merino.  Por el Estado de
Castilla la Nueva:  D. Francisco Valero y D. Mariano Villanueva


Presidente de la Asamblea Castellana D. José María Orense


Estas  son,  castellanos,  las   bases   establecidas,   estos   los
fundamentos  primordiales,  sobre  los  que  creemos ha de asentarse
sólidamente  la  organización  de   nuestro   partido,  y  luego  la
reconstrucción de nuestra patria, los materiales, dispuestos  están;
los  artífices,  lo  serán  todos  los  buenos  españoles, todos los
amantes del pueblo, todos los demócratas republicanos.

Que cada uno ocupe su  puesto,  que cada cual trabaje con abnegación
hasta el sacrificio, y si es necesario hasta el martirio.

Mientras se conserve al pueblo la libertad y francas las puertas  de
sus  derechos,  entremos por ellas a realizar la santa aspiración de
que pende la  felicidad  de  la  patria.   Pero  si  esas puertas se
cierran por los que  arteramente  se  han  reservado  la  llave,  no
temáis,  las  escalas  están  preparadas,  treparemos por el muro, y
dentro ó la victoria ó la muerte.

La sangre de los Padilla, Bravo  y Maldonado que corren por vuestras
venas y el ardimiento de que guardan memoria estos  pueblos  de  las
comunidades, garantizan el éxito de nuestras aspiraciones y deseos.

Valladolid, 15 de Junio de 1.869



El  presidente,  José  María  Orense,  representante por Madrid - El
Vicepresidente Mariano  Villanueva,  representante  por  Toledo - El
vicepresidente Manuel Pérez-Terán, representante por Valladolid
Representantes por Avila:   Mariano  Marcoartú,  Nicolás  Hernández,
Juan José Paz
Representantes por Albacete:  Francisco Valero, Ramón López de Haro,
Mariano García, Antonio Ochando, Tomás Pérez, Ramón Moreno e Ignacio
Villarino
Representantes  por  Burgos:  Martín Barrera, Lucio Brogeras, Felipe
Corral y Francisco Aparicio
Representantes por Ciudad Real: Dámaso Barrenengoa e Ignacio Cortés
Representantes por Cuenca: Ramón Castellano y Pablo Correa
Representantes por Madrid:  Antonio Merino, Ricardo Lupiani y Andrés
Balló
Representantes por Guadalajara: Inocente Fernández-Abás
Representantes por León: Juan Téllez y Leocadio Cacho
Representantes por Logroño:  Alberto  Ruiz, José Saénz de Santamaría
y Tirso Crespo
Representantes por  Palencia:   Antonio  Domingo,  Ciriaco  Tejedor,
Casimiro Junco y Lorenzo González
Representantes  por  Salamanca:  Tomás Roldán, Pedro Martín-Benitas,
Anastasio Redondo y Aniano González
Representantes por Santander: Prudencio Sañudo y José María Herrán
Representantes por Segovia:  Nicomedes Perier, Eloy Palacios y Pedro
Ochoa
Representante por Soria: Miguel Morayta
Representantes por Toledo:  Luis  Villaseñor, Norberto García-Roco y
José Beltrán
Representantes por Valladolid: Lucas Guerra y Pedro Romero
Representantes por Zamora:  Dionisio Guerra, Tirso Saínz de Baranda,
Lázaro Somoza, Hermenegildo García, Juan Fernández-Cuevas y Cipriano
Camerón
El secretario por Castilla la Vieja: Antolín Gutiérrez-Mariscal
El secretario por Castilla la Nueva: Manuel Moreno
El secretario por edad: Federico Ordar
 

El castellano: Una lengua de Iberia

  EL CASTELLANO: UNA LENGUA DE IBERIA

Por Jorge María Ribero-Meneses SanJosé.

Nº5 de la Revista ARQUEOLOGÍA SIN FRONTERAS

(Extracto)

El Castellano, en contra de la opinión de todos aquellos que le pretenden hacer descender del Latín, es una lengua autóctona de la Península Ibérica, fraguada en el ámbito del Alto Ebro hace decenas de miles de años, y está estrechamente emparentada con las lenguas basca y griega, siendo estas tres notablemente más antiguas que la latina.

La supuesta maternidad del Latín sobre el Castellano y demás Lenguas Romances, constituye uno de los mayores fraudes de la Historia de la Cultura Universal. Es perfectamente conocido que no existe colonización política, cultural o económica posible, si no se consuma previamente la colonización lingüística. Y lo sucedido hogaño con el inglés ilustra sobradamente este fenómeno.

Bien es sabido que la Historia la escriben los vencedores, haciéndose particularmente veraz este axioma en el caso de esa supuesta y jamás materializada colonización del occidente europeo por parte de la lengua del Imperio.

¿Cómo hubiera podido conseguir un puñado de legiones –integradas fundamentalmente por soldados analfabetos de todas las naciones sojuzgadas por Roma y que no debían tener ni la más remota idea de latín– que en el decurso de tres siglos no quedara ni rastro de las hablas ancestrales y milenarias de varios países europeos extraordinariamente más antiguos que Roma?

Y por otra parte...

¿Resulta concebible que los romanos –en poco menos de tres siglos– fueran capaces de dominarnos y de imponernos su lengua, cuando los godos en un período similar, y los árabes en ocho siglos, apenas si lograron colarnos un puñado de palabras?

Cuando se produce la dominación romana, la inmensa mayoría de los pobladores de Iberia, de las Galias, y de la propia Italia, siguieron viviendo y expresándose de la misma forma que lo habían hecho desde tiempos inmemoriales. Esa lengua, que era común a todos ellos, era de estirpe céltica, y su única diferenciación la establecían las variantes dialectales de rigor, impuestas por la dispersión geográfica y por el aislamiento en que han vivido la mayoría de los pueblos hasta bien entrado nuestro siglo.

Resulta harto significativo a este respecto, el hecho de que exista constancia documental de que en la Península Ibérica, a la llegada de los romanos, se hablaba una lengua que no se diferenciaba sustancialmente de la que utilizaban los integrantes latinos de las huestes del Imperio. Luego si los españoles hablaban una lengua similar al latín antes de la dominación romana ... ¿tendremos que deducir que las gentes de Iberia estaban dotadas de ciencia infusa?

Aulo Gelo, refiriéndose a una determinada palabra, lanza, afirma lo siguiente: "Varro dice que lanza no es una palabra latina, sino Iberica". Para empezar y así a guisa de aperitivo, el propio nombre del Lacio, la patria del pueblo latino, es un derivado de Lanzia. Y este Lanzia, que es un topónimo inconmensurablemente ibérico (Bar-Lanza, Laziana, Lanzarote, Lanze, Linzoain, Lanzón, Lanzuela, Lanjarón, Lanz, ...) no es sino una aféresis de Balanzia, lo que explica el que fuera justamente Balenzia el primer nombre documentado de la ciudad de Roma, heredado, como vemos, de todas la Balenzias (que no Valencias) de la Península Ibérica. Que son numerosas. Como numerosas son las Palanzias y Palenzias, incluyendo también, en este caso, a otro de los antiguos nombres de Roma: Palanteo.

No es ninguna casualidad que Balenzia haya producido valentía y que el significado griego de la palabra Roma sea exactamente el mismo: valor. Lo que confirma ese cúmulo de refencias históricas el hecho de que fuera Balenzia=Valencia, el primer nombre de Roma. Nombre sagrado, por otra parte, que los primitivos romanos tenían rigurosamente prohibido pronunciar.

Habiendo sido Balenzia el primer nombre de Roma,

¿Se atreverá alguien a contradecir a todos los historiadores antiguos que documentan haber sido Italia=Itubalia poblada por los viejos Iberos o Tubalios?

Los mismos que también le prestaron a aquella península otro de los antiguos nombres de Iberia, Hesperia. Y claro está ... siendo Balenzia un nombre ibérico,

¿Cómo no habría de serlo lanza, que es un derivado suyo?

A pesar de lo cual, la Real Academia de la Lengua Española, fiel a su precepto de mantenella y no enmendalla, sigue insistiendo en el Diccionario en que lanza es un derivado del latín lancea. Disparate sobre disparate, porque la consonante zeta es decenas de miles de años más vieja que la ce.

Quinto Ennio, autor de unos Anales de la Historia de Roma que viviera a caballo de los siglos III y II antes de nuestra era (antes, por ende, de que se consume la conquista romana de Iberia), nos ha legado una frase preciosa que demuestra hasta que punto eran similares y al propio tiempo diferenciadas las hablas respectivas de hispanos y de romanos: "Hispane non Romane memoreris loqui me" ("Acuérdate de que yo hablo Hispano, no Romano"Giño.

¡Si serían afines ambas lenguas, para que alguien se vea en la necesidad de hacer esta precisión!

Y esto, mucho antes de que los romanos, en nefasta hora, lleguen a nuestro territorio con el firme propósito de arrasar toda nuestra cultura y de robar absolutamente todo lo que se les pusiera por delante. Incluida nuestra memoria histórica y nuestras creencias e instituciones religiosas. El perpetrado por Roma en el norte de Iberia, es el mayor atropello que ha conocido la historia de la Humanidad, siendo los desafueros de los ibericos en América una simple broma al lado suyo.

Tomás Tamayo de Vargas, historiador Castellano que vive a caballo de los siglos XVI y XVII, y que nos ha transmitido algunos retazos preciosos de un Cronicón perdido, escrito por el que fuera obispo de Zaragoza, Marco Máximo:

"Fuera de las lenguas Latina, Címbrica i Góthica, avia en Iberia la lengua Cantábrica i la nativa castellana era más pulida, diferenciándose de la Cantábrica (el euskera) en la abundancia de palabras, elegancia i hinchazón. Los Concilios, las Leies, Actos públicos i Inscripciones se publicaban en la lengua Latina, lo demás en la más común o Góthica o Iberica. Desto ai oi libros enteros en la lengua Castellana, que tiene sus dialectos propios y vocablos nativos de ordinario. Mézclanse muchos de las estrañas".


Para más información sobre el origen no latino de las lenguas ibéricas ver: http://es.geocities.com/kallaikoi/index.html
Para saber más sobre la extensa obra de Jorge María Ribero-Meneses SanJosé, ver:
http://www.iberiacunadelahumanidad.net/
http://www.origenesdelahumanidad.com/

 

Castilla : Del Franquismo al Juancarlismo

Castilla : Del Franquismo al Juancarlismo

'La estampa de Castilla desertizada, con sus aldeas en ruinas y los últimos habitantes como testigos de una cultura que irremisiblemente morirá con ellos, puesto que ya no quedan manos para tomar el relevo, es la que he intentado recoger en mi última novela, como un lamento, consciente de que se trata de una situación difícilmente reversible. (...)
A Castilla se le ha ido desangrando, humillando, desarbolando poco a poco, paulatina, gradualmente, aunque a conciencia. Se contaba de antemano con su pasividad, su desconexión, la capacidad de encaje de sus campesinos, de tal modo que la operación, aunque prolongada, resultó incruenta, silenciosa y perfecta.'
Miguel Delibes

Durante la Guerra Civil, el sur de Castilla con Madrid a la cabeza, junto con Cantabria y las zonas montañosas del norte de Palencia, Burgos y fundamentalmente León, permanecen leales a la República, mientras que el Valle del Duero es rápidamente dominado por los nacionales, con el apoyo del bastión falangista en Valladolid. Durante la Guerra, a pesar de la heroica resistencia de Madrid, fueron cayendo las plazas republicanas mientras que en la Castilla 'nacional' se iniciaba la represión política y se ensayaba el futuro régimen, con Burgos como sede del gobierno franquista.

La guerra supuso unas terribles consecuencias en Castilla como en el resto del estado español. No sólo se perdían las libertades políticas y se esfumaba toda posibilidad de autonomía castellana, sino que llegaron a las tierras castellanas la represión, con miles de 'paseados' aún enterrados en fosas comunes por toda Castilla, el racionamiento de alimentos y la miseria de un país aislado que iniciaba una penosa reconstrucción. Con el asentamiento del franquismo se difundió, además, una terrible imagen de Castilla como bastión de la 'Una Grande y Libre'.

En la época del salvaje y descontrolado desarrollismo franquista, Castilla fue esquilmada de modo terrible como jamás se había hecho. En el campo castellano, falto de futuro, miles de personas emigraron, fundamentalmente a las grandes ciudades del estado español y al extranjero. Esta sangría, un verdadero éxodo rural, es uno de los episodios más dolorosos en la historia de Castilla. Las consecuencias hoy en día son cientos de pueblos muertos, tradiciones que dentro de poco habrán desaparecido por completo, y en muchas zonas la menor densidad de población (y con mayor envejecimiento) de toda Europa.

En algunas ciudades castellanas se levantaron industrias que absorbieron parte de la población emigrada, y las ciudades crecieron como imponía el desarrollo, de forma salvaje y desordenada, conllevando la destrucción en muchos casos de importante patrimonio histórico en los centros urbanos. Sin embargo el desarrollo económico de Castilla fue escaso en comparación con otras zonas del estado, salvo Madrid que comenzaba a convertirse en una monstruosa megalópolis que absorbía población de los pueblos de toda la geografía hispana, pero fundamentalmente de las dos mesetas castellanas.

Es herencia del franquismo también la construcción en Castilla de centrales nucleares y monstruosas presas que han anegado decenas de pueblos. Es paradójico que las regiones castellanas sean absolutamente excedentarias en la producción eléctrica, y la electricidad producida en estas nuevas centrales tenía el mismo destino que los hombres y mujeres de nuestros pueblos, la emigración a zonas más prósperas y desarrolladas.

Es tal la situación que a finales de los años 70 surge de nuevo la conciencia regional en Castilla. Hombres como el etnógrafo Joaquín Díaz, los músicos de Nuevo Mester de Juglaría o el poeta leonés Luis López Álvarez, autor del poema 'Los Comuneros', se lanzaron a salvar los últimos restos de la cultura popular castellana. Con el fin del franquismo se aviva este resurgir regionalista, nacen en el norte de Castilla la Alianza Regional de Castilla y León y el Instituto Regional Castellanoleonés. Se alzan voces que piden también la unión de las 11 provincias del norte con las 6 del sur, como la de Claudio Sánchez Albornoz, fundador del PANCAL. Es por estas fechas cuando se institucionaliza la celebración del Día de Villalar, marcada en sus primeros años por la represión de la Guardia Civil.

A pesar de la ilusión de los primeros años de la transición de recuperar la dignidad de Castilla, el proceso autonómico, que en Castilla se realizó sin ningún tipo de referéndum, finiquitó la división de Castilla en 5 comunidades diferentes, negándosele además la nacionalidad histórica. Aunque en principio la conciencia regional había gestado el embrión de una sola entidad castellano-leonesa en el norte y otra en el sur con la anexión de Albacete, finalmente se impusieron los deseos de los gobiernos centrales de Madrid y las envidias de los caciques locales.

En el norte Cantabria, La Rioja, León y Segovia presentaron su candidatura a convertirse en autonomías uniprovinciales. Las dos primeras lo consiguieron, separándose desde entonces 'de facto' del resto de Castilla. El estado español impidió expresamente, como se pretendió desde un primer momento, que Cantabria o La Rioja pudieran integrarse dentro de los amplios límites de Castilla y León respetándose su particularidad. Así pues las únicas salidas posibles para las comarcas y provincias castellanas fueron la separación, o la cesión de su autonomía a una nueva burocracia autonómica.

En el sur, Madrid fue convertida también en autonomía con el pretexto de ser la capital del estado. De este modo, Castilla perdía su principal referente económico y demográfico. Madrid, que debía asumir la condición de motor de la economía castellana, como Barcelona dentro de Cataluña, quedaba separado de sus territorios hermanos por decreto, sin contar con la voluntad popular. La comunidad madrileña ha sido sometida desde entonces a un proceso de 'descastellanización' y de creación institucional de una nueva identidad.

En todos estos 5 territorios, tanto las instituciones regionales como las centrales se han procurado de crear identidades artificiales, de modo que hoy en día oímos en los medios disparates como que en Madrid no son castellanos, en Guadalajara son manchegos y en Soria son 'castellanos y leoneses'. Todo ello en perjuicio de los propios castellanos, que al no tener oficialmente reconocida su identidad se ven discriminados a la hora de reivindicar nuestros derechos en igualdad de condiciones con otras nacionalidades del estado.

'La estampa de Castilla desertizada, con sus aldeas en ruinas y los últimos habitantes como testigos de una cultura que irremisiblemente morirá con ellos, puesto que ya no quedan manos para tomar el relevo, es la que he intentado recoger en mi última novela, como un lamento, consciente de que se trata de una situación difícilmente reversible. (...)
A Castilla se le ha ido desangrando, humillando, desarbolando poco a poco, paulatina, gradualmente, aunque a conciencia. Se contaba de antemano con su pasividad, su desconexión, la capacidad de encaje de sus campesinos, de tal modo que la operación, aunque prolongada, resultó incruenta, silenciosa y perfecta.'
Miguel Delibes

Durante la Guerra Civil, el sur de Castilla con Madrid a la cabeza, junto con Cantabria y las zonas montañosas del norte de Palencia, Burgos y fundamentalmente León, permanecen leales a la República, mientras que el Valle del Duero es rápidamente dominado por los nacionales, con el apoyo del bastión falangista en Valladolid. Durante la Guerra, a pesar de la heroica resistencia de Madrid, fueron cayendo las plazas republicanas mientras que en la Castilla 'nacional' se iniciaba la represión política y se ensayaba el futuro régimen, con Burgos como sede del gobierno franquista.

La guerra supuso unas terribles consecuencias en Castilla como en el resto del estado español. No sólo se perdían las libertades políticas y se esfumaba toda posibilidad de autonomía castellana, sino que llegaron a las tierras castellanas la represión, con miles de 'paseados' aún enterrados en fosas comunes por toda Castilla, el racionamiento de alimentos y la miseria de un país aislado que iniciaba una penosa reconstrucción. Con el asentamiento del franquismo se difundió, además, una terrible imagen de Castilla como bastión de la 'Una Grande y Libre'.

En la época del salvaje y descontrolado desarrollismo franquista, Castilla fue esquilmada de modo terrible como jamás se había hecho. En el campo castellano, falto de futuro, miles de personas emigraron, fundamentalmente a las grandes ciudades del estado español y al extranjero. Esta sangría, un verdadero éxodo rural, es uno de los episodios más dolorosos en la historia de Castilla. Las consecuencias hoy en día son cientos de pueblos muertos, tradiciones que dentro de poco habrán desaparecido por completo, y en muchas zonas la menor densidad de población (y con mayor envejecimiento) de toda Europa.

En algunas ciudades castellanas se levantaron industrias que absorbieron parte de la población emigrada, y las ciudades crecieron como imponía el desarrollo, de forma salvaje y desordenada, conllevando la destrucción en muchos casos de importante patrimonio histórico en los centros urbanos. Sin embargo el desarrollo económico de Castilla fue escaso en comparación con otras zonas del estado, salvo Madrid que comenzaba a convertirse en una monstruosa megalópolis que absorbía población de los pueblos de toda la geografía hispana, pero fundamentalmente de las dos mesetas castellanas.

Es herencia del franquismo también la construcción en Castilla de centrales nucleares y monstruosas presas que han anegado decenas de pueblos. Es paradójico que las regiones castellanas sean absolutamente excedentarias en la producción eléctrica, y la electricidad producida en estas nuevas centrales tenía el mismo destino que los hombres y mujeres de nuestros pueblos, la emigración a zonas más prósperas y desarrolladas.

Es tal la situación que a finales de los años 70 surge de nuevo la conciencia regional en Castilla. Hombres como el etnógrafo Joaquín Díaz, los músicos de Nuevo Mester de Juglaría o el poeta leonés Luis López Álvarez, autor del poema 'Los Comuneros', se lanzaron a salvar los últimos restos de la cultura popular castellana. Con el fin del franquismo se aviva este resurgir regionalista, nacen en el norte de Castilla la Alianza Regional de Castilla y León y el Instituto Regional Castellanoleonés. Se alzan voces que piden también la unión de las 11 provincias del norte con las 6 del sur, como la de Claudio Sánchez Albornoz, fundador del PANCAL. Es por estas fechas cuando se institucionaliza la celebración del Día de Villalar, marcada en sus primeros años por la represión de la Guardia Civil.

A pesar de la ilusión de los primeros años de la transición de recuperar la dignidad de Castilla, el proceso autonómico, que en Castilla se realizó sin ningún tipo de referéndum, finiquitó la división de Castilla en 5 comunidades diferentes, negándosele además la nacionalidad histórica. Aunque en principio la conciencia regional había gestado el embrión de una sola entidad castellano-leonesa en el norte y otra en el sur con la anexión de Albacete, finalmente se impusieron los deseos de los gobiernos centrales de Madrid y las envidias de los caciques locales.

En el norte Cantabria, La Rioja, León y Segovia presentaron su candidatura a convertirse en autonomías uniprovinciales. Las dos primeras lo consiguieron, separándose desde entonces 'de facto' del resto de Castilla. El estado español impidió expresamente, como se pretendió desde un primer momento, que Cantabria o La Rioja pudieran integrarse dentro de los amplios límites de Castilla y León respetándose su particularidad. Así pues las únicas salidas posibles para las comarcas y provincias castellanas fueron la separación, o la cesión de su autonomía a una nueva burocracia autonómica.

En el sur, Madrid fue convertida también en autonomía con el pretexto de ser la capital del estado. De este modo, Castilla perdía su principal referente económico y demográfico. Madrid, que debía asumir la condición de motor de la economía castellana, como Barcelona dentro de Cataluña, quedaba separado de sus territorios hermanos por decreto, sin contar con la voluntad popular. La comunidad madrileña ha sido sometida desde entonces a un proceso de 'descastellanización' y de creación institucional de una nueva identidad.

En todos estos 5 territorios, tanto las instituciones regionales como las centrales se han procurado de crear identidades artificiales, de modo que hoy en día oímos en los medios disparates como que en Madrid no son castellanos, en Guadalajara son manchegos y en Soria son 'castellanos y leoneses'. Todo ello en perjuicio de los propios castellanos, que al no tener oficialmente reconocida su identidad se ven discriminados a la hora de reivindicar nuestros derechos en igualdad de condiciones con otras nacionalidades del estado.

'La estampa de Castilla desertizada, con sus aldeas en ruinas y los últimos habitantes como testigos de una cultura que irremisiblemente morirá con ellos, puesto que ya no quedan manos para tomar el relevo, es la que he intentado recoger en mi última novela, como un lamento, consciente de que se trata de una situación difícilmente reversible. (...)
A Castilla se le ha ido desangrando, humillando, desarbolando poco a poco, paulatina, gradualmente, aunque a conciencia. Se contaba de antemano con su pasividad, su desconexión, la capacidad de encaje de sus campesinos, de tal modo que la operación, aunque prolongada, resultó incruenta, silenciosa y perfecta.'
Miguel Delibes

Durante la Guerra Civil, el sur de Castilla con Madrid a la cabeza, junto con Cantabria y las zonas montañosas del norte de Palencia, Burgos y fundamentalmente León, permanecen leales a la República, mientras que el Valle del Duero es rápidamente dominado por los nacionales, con el apoyo del bastión falangista en Valladolid. Durante la Guerra, a pesar de la heroica resistencia de Madrid, fueron cayendo las plazas republicanas mientras que en la Castilla 'nacional' se iniciaba la represión política y se ensayaba el futuro régimen, con Burgos como sede del gobierno franquista.

La guerra supuso unas terribles consecuencias en Castilla como en el resto del estado español. No sólo se perdían las libertades políticas y se esfumaba toda posibilidad de autonomía castellana, sino que llegaron a las tierras castellanas la represión, con miles de 'paseados' aún enterrados en fosas comunes por toda Castilla, el racionamiento de alimentos y la miseria de un país aislado que iniciaba una penosa reconstrucción. Con el asentamiento del franquismo se difundió, además, una terrible imagen de Castilla como bastión de la 'Una Grande y Libre'.

En la época del salvaje y descontrolado desarrollismo franquista, Castilla fue esquilmada de modo terrible como jamás se había hecho. En el campo castellano, falto de futuro, miles de personas emigraron, fundamentalmente a las grandes ciudades del estado español y al extranjero. Esta sangría, un verdadero éxodo rural, es uno de los episodios más dolorosos en la historia de Castilla. Las consecuencias hoy en día son cientos de pueblos muertos, tradiciones que dentro de poco habrán desaparecido por completo, y en muchas zonas la menor densidad de población (y con mayor envejecimiento) de toda Europa.

En algunas ciudades castellanas se levantaron industrias que absorbieron parte de la población emigrada, y las ciudades crecieron como imponía el desarrollo, de forma salvaje y desordenada, conllevando la destrucción en muchos casos de importante patrimonio histórico en los centros urbanos. Sin embargo el desarrollo económico de Castilla fue escaso en comparación con otras zonas del estado, salvo Madrid que comenzaba a convertirse en una monstruosa megalópolis que absorbía población de los pueblos de toda la geografía hispana, pero fundamentalmente de las dos mesetas castellanas.

Es herencia del franquismo también la construcción en Castilla de centrales nucleares y monstruosas presas que han anegado decenas de pueblos. Es paradójico que las regiones castellanas sean absolutamente excedentarias en la producción eléctrica, y la electricidad producida en estas nuevas centrales tenía el mismo destino que los hombres y mujeres de nuestros pueblos, la emigración a zonas más prósperas y desarrolladas.

Es tal la situación que a finales de los años 70 surge de nuevo la conciencia regional en Castilla. Hombres como el etnógrafo Joaquín Díaz, los músicos de Nuevo Mester de Juglaría o el poeta leonés Luis López Álvarez, autor del poema 'Los Comuneros', se lanzaron a salvar los últimos restos de la cultura popular castellana. Con el fin del franquismo se aviva este resurgir regionalista, nacen en el norte de Castilla la Alianza Regional de Castilla y León y el Instituto Regional Castellanoleonés. Se alzan voces que piden también la unión de las 11 provincias del norte con las 6 del sur, como la de Claudio Sánchez Albornoz, fundador del PANCAL. Es por estas fechas cuando se institucionaliza la celebración del Día de Villalar, marcada en sus primeros años por la represión de la Guardia Civil.

A pesar de la ilusión de los primeros años de la transición de recuperar la dignidad de Castilla, el proceso autonómico, que en Castilla se realizó sin ningún tipo de referéndum, finiquitó la división de Castilla en 5 comunidades diferentes, negándosele además la nacionalidad histórica. Aunque en principio la conciencia regional había gestado el embrión de una sola entidad castellano-leonesa en el norte y otra en el sur con la anexión de Albacete, finalmente se impusieron los deseos de los gobiernos centrales de Madrid y las envidias de los caciques locales.

En el norte Cantabria, La Rioja, León y Segovia presentaron su candidatura a convertirse en autonomías uniprovinciales. Las dos primeras lo consiguieron, separándose desde entonces 'de facto' del resto de Castilla. El estado español impidió expresamente, como se pretendió desde un primer momento, que Cantabria o La Rioja pudieran integrarse dentro de los amplios límites de Castilla y León respetándose su particularidad. Así pues las únicas salidas posibles para las comarcas y provincias castellanas fueron la separación, o la cesión de su autonomía a una nueva burocracia autonómica.

En el sur, Madrid fue convertida también en autonomía con el pretexto de ser la capital del estado. De este modo, Castilla perdía su principal referente económico y demográfico. Madrid, que debía asumir la condición de motor de la economía castellana, como Barcelona dentro de Cataluña, quedaba separado de sus territorios hermanos por decreto, sin contar con la voluntad popular. La comunidad madrileña ha sido sometida desde entonces a un proceso de 'descastellanización' y de creación institucional de una nueva identidad.

En todos estos 5 territorios, tanto las instituciones regionales como las centrales se han procurado de crear identidades artificiales, de modo que hoy en día oímos en los medios disparates como que en Madrid no son castellanos, en Guadalajara son manchegos y en Soria son 'castellanos y leoneses'. Todo ello en perjuicio de los propios castellanos, que al no tener oficialmente reconocida su identidad se ven discriminados a la hora de reivindicar nuestros derechos en igualdad de condiciones con otras nacionalidades del estado.

'La estampa de Castilla desertizada, con sus aldeas en ruinas y los últimos habitantes como testigos de una cultura que irremisiblemente morirá con ellos, puesto que ya no quedan manos para tomar el relevo, es la que he intentado recoger en mi última novela, como un lamento, consciente de que se trata de una situación difícilmente reversible. (...)
A Castilla se le ha ido desangrando, humillando, desarbolando poco a poco, paulatina, gradualmente, aunque a conciencia. Se contaba de antemano con su pasividad, su desconexión, la capacidad de encaje de sus campesinos, de tal modo que la operación, aunque prolongada, resultó incruenta, silenciosa y perfecta.'
Miguel Delibes

Durante la Guerra Civil, el sur de Castilla con Madrid a la cabeza, junto con Cantabria y las zonas montañosas del norte de Palencia, Burgos y fundamentalmente León, permanecen leales a la República, mientras que el Valle del Duero es rápidamente dominado por los nacionales, con el apoyo del bastión falangista en Valladolid. Durante la Guerra, a pesar de la heroica resistencia de Madrid, fueron cayendo las plazas republicanas mientras que en la Castilla 'nacional' se iniciaba la represión política y se ensayaba el futuro régimen, con Burgos como sede del gobierno franquista.

La guerra supuso unas terribles consecuencias en Castilla como en el resto del estado español. No sólo se perdían las libertades políticas y se esfumaba toda posibilidad de autonomía castellana, sino que llegaron a las tierras castellanas la represión, con miles de 'paseados' aún enterrados en fosas comunes por toda Castilla, el racionamiento de alimentos y la miseria de un país aislado que iniciaba una penosa reconstrucción. Con el asentamiento del franquismo se difundió, además, una terrible imagen de Castilla como bastión de la 'Una Grande y Libre'.

En la época del salvaje y descontrolado desarrollismo franquista, Castilla fue esquilmada de modo terrible como jamás se había hecho. En el campo castellano, falto de futuro, miles de personas emigraron, fundamentalmente a las grandes ciudades del estado español y al extranjero. Esta sangría, un verdadero éxodo rural, es uno de los episodios más dolorosos en la historia de Castilla. Las consecuencias hoy en día son cientos de pueblos muertos, tradiciones que dentro de poco habrán desaparecido por completo, y en muchas zonas la menor densidad de población (y con mayor envejecimiento) de toda Europa.

En algunas ciudades castellanas se levantaron industrias que absorbieron parte de la población emigrada, y las ciudades crecieron como imponía el desarrollo, de forma salvaje y desordenada, conllevando la destrucción en muchos casos de importante patrimonio histórico en los centros urbanos. Sin embargo el desarrollo económico de Castilla fue escaso en comparación con otras zonas del estado, salvo Madrid que comenzaba a convertirse en una monstruosa megalópolis que absorbía población de los pueblos de toda la geografía hispana, pero fundamentalmente de las dos mesetas castellanas.

Es herencia del franquismo también la construcción en Castilla de centrales nucleares y monstruosas presas que han anegado decenas de pueblos. Es paradójico que las regiones castellanas sean absolutamente excedentarias en la producción eléctrica, y la electricidad producida en estas nuevas centrales tenía el mismo destino que los hombres y mujeres de nuestros pueblos, la emigración a zonas más prósperas y desarrolladas.

Es tal la situación que a finales de los años 70 surge de nuevo la conciencia regional en Castilla. Hombres como el etnógrafo Joaquín Díaz, los músicos de Nuevo Mester de Juglaría o el poeta leonés Luis López Álvarez, autor del poema 'Los Comuneros', se lanzaron a salvar los últimos restos de la cultura popular castellana. Con el fin del franquismo se aviva este resurgir regionalista, nacen en el norte de Castilla la Alianza Regional de Castilla y León y el Instituto Regional Castellanoleonés. Se alzan voces que piden también la unión de las 11 provincias del norte con las 6 del sur, como la de Claudio Sánchez Albornoz, fundador del PANCAL. Es por estas fechas cuando se institucionaliza la celebración del Día de Villalar, marcada en sus primeros años por la represión de la Guardia Civil.

A pesar de la ilusión de los primeros años de la transición de recuperar la dignidad de Castilla, el proceso autonómico, que en Castilla se realizó sin ningún tipo de referéndum, finiquitó la división de Castilla en 5 comunidades diferentes, negándosele además la nacionalidad histórica. Aunque en principio la conciencia regional había gestado el embrión de una sola entidad castellano-leonesa en el norte y otra en el sur con la anexión de Albacete, finalmente se impusieron los deseos de los gobiernos centrales de Madrid y las envidias de los caciques locales.

En el norte Cantabria, La Rioja, León y Segovia presentaron su candidatura a convertirse en autonomías uniprovinciales. Las dos primeras lo consiguieron, separándose desde entonces 'de facto' del resto de Castilla. El estado español impidió expresamente, como se pretendió desde un primer momento, que Cantabria o La Rioja pudieran integrarse dentro de los amplios límites de Castilla y León respetándose su particularidad. Así pues las únicas salidas posibles para las comarcas y provincias castellanas fueron la separación, o la cesión de su autonomía a una nueva burocracia autonómica.

En el sur, Madrid fue convertida también en autonomía con el pretexto de ser la capital del estado. De este modo, Castilla perdía su principal referente económico y demográfico. Madrid, que debía asumir la condición de motor de la economía castellana, como Barcelona dentro de Cataluña, quedaba separado de sus territorios hermanos por decreto, sin contar con la voluntad popular. La comunidad madrileña ha sido sometida desde entonces a un proceso de 'descastellanización' y de creación institucional de una nueva identidad.

En todos estos 5 territorios, tanto las instituciones regionales como las centrales se han procurado de crear identidades artificiales, de modo que hoy en día oímos en los medios disparates como que en Madrid no son castellanos, en Guadalajara son manchegos y en Soria son 'castellanos y leoneses'. Todo ello en perjuicio de los propios castellanos, que al no tener oficialmente reconocida su identidad se ven discriminados a la hora de reivindicar nuestros derechos en igualdad de condiciones con otras nacionalidades del estado.

 

Por la Europa de las patrias carnales

LA EUROPA DE LAS PATRIAS      Los gobiernos democráticos y  sus "intrépidos" historiadores han descrito, desde siempre, la actuación de las fuerzas Nacional-Socialistas durante la 2ª guerra mundial como opresora, represiva, cuando realmente se llevó a cabo una cruzada por la liberación de los pueblos y naciones oprimidos. En este artículo se pretende sacar a la luz hechos verídicos sistemáticamente eliminados de todos los libros de historia oficiales.      Y es que la política del III Reich alentó a muchos grupos y movimientos patrióticos de pueblos oprimidos para que pudieran alcanzar sus objetivos liberadores gracias al derrumbamiento del sistema de Estados capitalistas. Si bien estos hechos son casi siempre evitados, se tienen inventado una " excusa oficial " que sustenta que el apoyo ha respondido únicamente a intereses geo-políticos, ignorando que la colaboración venía existiendo desde mucho antes del ascenso al poder en el 1933.      Lo cierto es que el Nacional-Socialismo ha servido como fuente de inspiración y base teórica de muchos movimientos nacionalistas -tal es el caso de la organización flamenga Verdinaso-, de modo que lo ideal del Nuevo Orden Europeo les dió cobertura al alimentar las esperanzas de una Europa de las Patrias.      Ya venían manteniendo contactos desde los años 20 con representantes y exiliados de diversas nacionalidades, especialmente entre los pertenecientes a los pueblos oprimidos por la URSS. Estos (Caucásicos, Tártaros, Armenios, Geórgicos...) estaban en un principio organizados en torno la revista Karkaz (París) y The Caucasian Quaterly financiados por Japon e Italia.      También este último país llevó a cabo una política favorable a los pueblos oprimidos. En un primer lugar se articulara el grupo Anti-Europa de G.Volpe con un pensamiento europeísta semejante al del Nueva Orden, y luego, cuando Mussolini organizó la Internacional Fascista , pueblos como Croacia, Flandes, Ucrania... fueron admitidos como miembros de pleno derecho.      Tras el ascenso Nacional-Socialista al poder en Alemania, muchos líderes nacionalistas exiliados pasaron a convertirse en consejeros especializados en política exterior -tal es el caso de los asesores del balto alemán y teórico NS Alfred Rosenberg-. También se promovió la creación de divisiones de las SS de diversas naciones que no contaban, en principio, con Estado de si ( Armenios, Bretones, Bosnianos, Caucásicos, Cosacos, Checos, Croatas, Eslovenos, Estonios, Flamencos, Geórgicos, Kirguises, Letonios, Lituanos, Tártaros, Ucranianos, Uzbecos...) y tras 1941 se formaron una serie de representaciones nacionales de distintos pueblos que, aún que dependiendo financiariamente de organismos como el Ostministerium, las SS o la Wehrmacht,  jugaran un papel considerable en los órganos de decisión política del III Reich.      El contacto con los pueblos oprimidos de Europa Occidental fue mas intenso. Operaban tradiciones de intercambio entre frisones del leste y del norte, bajo soberanía germana; de los grupos de celtólogos alemanes, con cierto carácter esotérico y con ecos incluso en la organización Abnenerbe (Herencia de los Antepasados), dedicada a las labores culturales, históricas y arqueológicas dependiendo directamente de las SS, o del interés académico desarrollado entre amplios círculos de lingüistas y etnólogos por los nacionalismos Euskera, Galego, Català, Irlandés o Escocés. De hecho, convencidos de la legitimidad de la causa Nacional-Socialista, varias personas y organizaciones de los dos últimos países llegaron a colaborar como espías o propagandistas.      A continuación, e a modo de ejemplos prácticos de lo que se tiene dicho hasta ahora, hay una serie de resúmenes muy reducidos, y que por lo tanto se deberían ampliar separadamente, de cómo el Nacional-Socialismo se fundió con las luchas de liberación nacional en una serie de pueblos europeos: Eslovaquia, Ucrania, Croacia, Bretaña, Flandes e Frisia.      Eslovaquia      Tras el derrumbamiento del Estado checo-eslovaco en Marzo de 1939 surgió una República Eslovaca impulsada por el movimiento nacionalista SLS. Si bien en principio esta organización tenía un corte más bien populista-católico, los sectores más jóvenes, organizados en torno al calor de la revista Nástup, dinamizaron su política cara el Nacional-Socialismo, hasta que se convirtió en partido único bajo el nombre de Unidad Nacional Eslovaca.      Entre los líderes Nacional-Socialistas eslovacos tenemos que mencionar a Vojtech Tuka, que llegó a ser primer ministro. Fue profesor de derecho en la Universidad Húngara de Bratislava y en 1923 ya organizara una milicia, inspirada en el Fascismo Italiano, denominada Rodobrana (Defensa de la Patria) que resurgiría en el 39, actuando conjuntamente con la Garda Hlinka del UNE. Tuka y el ministro del interior, A.Mach, habian sido responsables de la nazilización del partido, propugnando un racismo biológico como base de las nacionalidades eslovaca y colaborando con el III Reich en la deportación de judíos.Con la ocupación comunista del país, que duró hasta 1990, Eslovaquia perdió su libertad y de nuevo se convirtió en una nación oprimida.      Ucrania      El segundo ejemplo es el de Ucrania, donde existía una organización nacionalista, a UNO, que ya venía apoyando al III Reich desde  su constitución.      Los ucranianos destacaron en la 2ª guerra mundial por su apoyo militar a las fuerzas Nacional-Socialistas (con un total de 30.000 efectivos). Este apoyo se centro en el frente del leste, desde el comienzo de la invasión a la URSS en Junio de 1941, ya que los nacionalistas de la UNO vieron la oportunidad de restaurar un Estado ucraniano unificado e independiente y, a la vez, luchar contra el enemigo comunista. Así, tras la creación del Estado eslovaco, surgió la República Cárpato-Ucraniana.      Por su parte, algunas facciones de la UNO, agrupadas en torno a Stepan Bandera, acompañaron a la Wehrmacht en el 1941 en su entrada liberadora en territorio ocupado por los comunistas y proclamaron la independencia de Ucrania en Junio del mismo año en la ciudad de Lviv.      La Wehrmacht contó con tropas auxiliares ucranianas e, incluso en las SS, participaron voluntarios ucranianos occidentales (en las divisiones Nachtigall y Roland), formando una división propia (la división SS Galizien “Galiza” reclutada en buena parte por la UNO.      Por otra banda, el componente anti-semita del nacionalismo ucraniano era innegable, ya que consideraba a los comerciantes judíos como opresores de los campesinos y colaboradores con la Rusia Comunista.Tras la ocupación comunista, Ucrania fue sometida al Imperio Soviético a pesar que las actividades armadas del Ejército Insurgente Ucraniano UPA durarán hasta comienzos de la década de los 50, confinadas a la Ucrania occidental.      Croacia      El tercer ejemplo es el de Croacia, donde el Nacional-Socialismo estuvo estrechamente vinculado al movimiento de los ustachi (insurgentes), surgido en eñ periodo de entre-guerras. Su fundador, el abogado Ante Pavelic, procedía del Partido del Derecho, de corte nacionalista tradicional y fundado en el 1861, del cual era secretario general. En 1929, luego de que el rey Alexandre impusiese un régimen autoritario, Pavelic, siguiendo el modelo de la ORIM macedonia, consideró que había llegado la hora de fundar una organización partidaria de la acción directa que superase el conformismo del Partido Campesino Croata. Así se fundó la Organización Insurgente Revolucionaria Croata (Ustacha-Hrvatska Revolucionarna Organizacija), que adoptaba el führerprinzip. También surgiran paralelamente unas milicias: Deiesa Croata (Hrvatski Domobran).      El partido Ustachi establecía en sus principios, publicados en 1932, el objetivo de fundar un Estado croata independiente, basado en las tradiciones comunitarias campesinas y aposto al capitalismo, afirmando a su función de baluarte frente al comunismo. La derrota de Yugoslavia ante las fuerzas de la Wehrmacht en Abril de 1941 hizo posible la creación del Estado croata independiente (Nezavisna Drzava Hrvatska), siendo el primer jefe de Estado Pavelic. Este y el Partido Ustachi constituyeron un Estado de corte Nacional-Socialista que duró hasta la invasión soviética. Tampoco podemos olvidar la Divisom SS "Handschar", formada en 1943 por voluntarios mussulmanes de Bósnia-Herzegovina. Su totalidad, junto con otros 30.000 bosnios y croatas, fueron entregados por los británicos a los partisanos de Tito, pereciendo en la denominada "Marcha de la Muerte" o en ejecuciones masivas.      Hasta aquí la historia de tres pueblos que con el Nacional-Socialismo ganaran su libertad y que con comunismo la perdieron.      Flandes       En Flandes operaban varias organizaciones nacionalistas de abierto carácter Nacional-Socialista. Es el caso de VNV (Vlaamsch Nationaal Verbond), fundado en 1933, y el Verdinaso. Ambos partidos venían siendo apoyados financiariamente por el III Reich por lo menos desde el 1937.      La Verdinaso tuvo una estrecha colaboración con las SS, sirviendo de base de reclutamiento de la sección SS flamenga (Allgemeine SS-flandern) y de la Bandera SS "flandres". Por su parte,la administración alemana, depende de la Wehrmacht, contó con la VNV para la organización de un cuerpo de funcionarios para el nuevo gobierno flamengo. Con la invasión al Imperio Soviético en Abril de 1941, aumento el entusiasmo de los nacionalistas. Paralelamente, miembros de VNV tomaron puestos en los ministerios belgas asi como en la administración flamenga. De hecho, este partido contaba en el 42 con 100.000 miembros y varias organizaciones sectorales.      Los líderes de VNV, entre ellos De Clercq y Hendrik Elias, apostaran decididamente por colaborar en el campo militar con las fuerzas Nacional-Socialistas. De este modo se creó una unidad de voluntarios dentro de las SS, la Legión Flandres, que combatió en el frente oriental como vanguardia de la lucha contra el comunismo, juntándose al Nuevo Orden. La VNV controlaba directamente la legión nombrando sus oficiales y formando compañías separadas. A partir del 44 toman mayor protagonismo el Partido Nacionalista Flamengo de los trabajadores y las SS-Flandres.      Con la invasión de las fuerzas judio-capitalistas, los nacionalistas flamengos se vieron obligados a huir a Hannover, donde se creó el Gobierno Flamengo en el Exilio.      Por otra banda, tenemos que hacer referencia a la  VVF, presente en Flandes Francés. Con la ayuda de las fuerzas Nacional-Socialistas sacaran adelante en 1941 la publicación de su órgano oficial bilingüe, Le Lion des Flandres-De Torrewachter , desde el cual se difundió un mensaje ideológico racista y panneerlandista. Muchos nacionalistas flamengos de Francia llegarán a ingresar en las  Allgemeine SS pero la invasión de Normandia por las tropas norte-americanas impidió posteriores avances.      Bretaña      El nacionalismo bretón es uno de los ejemplos más interesantes, sobre todo para nosotros, los galegos,  como nación celta, por lo que debo ampliarlo debidamente más adelante. Ahora intento hacer solo un brevísimo acercamiento al que fue este movimiento en el período que abarca este trabajo.      Con la liberación de Francia por las fuerzas Nacional-Socialistas , los líderes del PNB (Strollad Broadel Breiz), Olier Mordred y Debauvais, pueden regresar a la Bretaña, Mordred lanzó en 1942 la revista Stur, de abierto carácter Nacional-Socialista, y Debauvais, junto Lainé, en el 44 reeditó la revista Breiz Atao. También organizó una unidad de voluntarios nacionalistas, a partir de las milicias del PNB, las Bagadoú Stourm (Grupos de Combate), para luchar al lado de los alemanes y vengar al os militantes nacionalistas asesinados por las guerrillas comunistas. Surgió así la Brigada Bezen Perrot que lucho bajo el nombre de Bretonische Waffenverband der SS. En el campo cultural, el Reich obligó al gobierno de Vichy a reconocer al bretón como lengua en la enseñanza y se le dio cierto grado de autonomía a la región con la creación del Comité Consultatif de Bretagne. Tampoco se puede deijar de citar el Mouvement Ouvrier Social-National (Movimiento Nacional-Socialista Obrero Bretom) fundado en 1941 por T.Jeusset.      En Junio de 1944, con la invasión de las tropas judío-capitalistas, las Bezen Perrot se replegaron cara Alemania ingresando en las SS o mantuvieron guerrillas anticomunistas hasta finales del 44. Hay mucho más que contar sobre la Bretaña que ya contaré otro dia xDD      Frisia      Los primeros contactos entre nacionalistas frisones y nacional-socialistas alemanes tuvieron lugar como derivación de los antiguos vínculos establecidos en lo años 20 y 30 entre los nacionalistas y los grupos regionalistas militantes de Frísia oriental (a Ostfriesische Landshaff), interesados en reavivar la común parentela entre frisones occidentales, orientales y setentrionales. Esos contactos se materializaban en los Congresos Gramfrisones celebrados desde 1925, estando presentes en el último de ellos (1937) representantes del NSDAP.      De hecho,varios oficiales de las SS procedentes de la Frísia oriental habían hecho propuestas de un amplio autogobierno a los nacionalistas frisones. Éstos constituyeron un : triunviriato poco después, el Trijemanskip, integrado por Jaap Kalma, Sybesma y Folkerstma. El segundo éra próximo  al partido Nacional-Socialista NSDAP y fundó meses más tarde una organización Nacional-Socialista Frisona, racista y anti-semita.   Himmler y la organización de las SS Abnenerme mostraran interes por la causa frisona, y de hecho, las SS fomentaran la literatura en idioma frisones, dieran oportunidades para publicar y ganar premios a los escritores del movimiento frisón, e incluso decretaran la anexión de as islas nordholandesas de Vlieland y Terschelling a la província de Frisia.      En febrero de 1941, partido nacional-socialista de Sybesma y el Partido Popular frisón se unirán para formar consejo frisón (Fryske Rie), que luego pasaría a formar parte de la organización Saxo-Frísia, promovida por Abnenerbe.      Conclusión      He aquí un breve resumo de la parte de la historia de seis naciones europeas. Ses naciones que en el periodo 1938-1944 habían dado pasos gigantes cara su liberación gracias al Nacional-Socialismo. Tres de estos pueblos consiguieron su lugar propio dentro del nuevo Orden Europeo y los otros tres harán otro tanto si no fuera contra-ofensiva judía (comunista y capitalista). Medio siglo tendría que pasar para que Eslovaquia, Ucrania y Croacia recuperaran su libertad tras ser sometidos al infierno rojo. Flandes, Bretaña e Frisia siguen  luchando por ella.      La historia nos da la razón. El Nacional-Socialismo es la única esperanza para los pueblos oprimidos que no quieran ser asimilados por la cultura judio-capitalista o sucumbir ante la aniquilación comunista. Porque somos nosotros, los Nacional-Socialistas, los que defendemos el Nuevo Orden Europeo, los que debemos luchar por una Europa de las Patrias, una Europa unida y liberada. 

La Ofensiva Neo-facha: Fracaso y miseria

LA OFENSIVA NEO-FACHA: Fracaso y miseria



Que los grupos fachosos y de extrema derecha están en crisis es un hecho que no es nuevo en nuestro país. En los 80 grupos de extrema-derecha como fuerza nueva se descompusieron en grupúsculos que todos conocemos. Directa o indirectamente podemos considerar herederos de Fuerza Nueva, al Frente Nacional del sefardita Blas Piñar, Unión Hispana, Juntas Españolas (de los cuales muchos se han incorporado en Democracia Nacional), y Nación Joven. Otras organizaciones como falange se descomponía día a día. La Falange prosiguió su eterno debate entre franquistas y anti-franquistas, falangistas de izquierda contra falangistas de derecha.

Todo esto acabó con ella finalmente. Quizás el único grupo que se salía de esta línea carca y de extrema-derecha fue la organización NS CEDADE, aunque desgraciadamente sus filas estaban nutridas de toda esta derecha española anti-comunista (a excepción de sus dirigentes) que jamás llegaron a entender realmente el significado del NS. Esta organización desapareció hace 8 años sobre todo por deudas económicas y por la incompetencia y corrupción de alguno de sus miembros. Después de todos estos fracasos, nuestro pueblo tampoco quería reconocer nuestras más profundas raices, habíamos olvidado nuestro pasado, habíamos olvidado a Europa, debido a 40 años de dictadura judeo-cristiana, centralista y antieuropea que convirtió por medio de la propaganda a los habitantes del estado español en una especie de mestizos y gitanos, frente al resto de Europa.

De pronto, una luz comenzó a brillar, eran los últimos años de la década de los 80 cuando surgió Bases Autónomas, que traían unos aires totalmente nuevos al nacionalismo en España. Su ideología era una mezcla de radicalismo anarquista con algo de pensamiento NS y neo-falangista, al estilo de los antiguos grupos nacional- revolucionarios italianos y franceses. Supusieron un gran cambio. El nacionalista y el fascista ya no era un “pijito” ni un “niño de papá”, como los que los 20-N exhibían los deportivos y las motos japonesas que Papá les había comprado. Eran revolucionarios preocupados por el pueblo, jóvenes de barrio que verdaderamente estaban contra izquierdas y derechas. Grupos como Acción Radical en Valencia, también siguieron esta línea. Todos en BB.AA sabían contra lo que estaban, pero desde el punto de vista de un extraño a su organización, nadie debía saber muy bien en lo que creían. Había una facción que no creía en España según se desprende de sus publicaciones, su fe en la raza tampoco era muy grande. La campaña de criminalización por parte de la prensa cipaya del capital durante varios años, el acoso de la policía y el encarcelamiento de varios de sus miembros, desarticularon a las bases. Sus nuevos intentos de volver a la política fueron tan extraños como contrapuestos. Tras el fracaso de A.I.(área inconformista), volvieron por un lado con el fanzine FRAT (frente autónomo).

Según sus propias palabras “el FRAT es DIOS”. Su extraña publicación que por decir una estupidez definiríamos como “anarco-nietzcheana” se reafirmaba en su “no creer” en nada. Más tarde tomó el relevo su asociación “Bernal Díaz del Castillo”, que enarbolaba la bandera del imperio español y del centralismo, incluso hablando en contra de las diversas lenguas peninsulares, ya que según ellos perjudicaban al castellano. Para ellos Castilla es España. La escisión estaba asegurada, se impuso la facción imperial que embistió en su última etapa. Según las palabras de uno e sus dirigentes, “ Las Bases Autónomas Reconstituidas van a acentuar su política antieuropea”. En uno de los últimos números de “ A por ellos” publica un artículo la nueva adquisición de las Bases, unos negros guineanos que se autodenominan “españoles de origen guineano”. Incluso Bases llegó a sacar unos carteles en los que pedían la ciudadanía española y la misma bandera para Guinea, antigua colonia española ( y de los cuales se llegaron a pegar por Lugo ), ya que según los morenitos sus padres cantaban la versión del “montañas nevadas”, “selvas tropicales” y amaban a sus conquistadores blancos, a la falange y a la legión (Llegué a conocer a algún miembro de bases que estaba en contra de la Esvástica, a favor de los inmigrantes y de Franco).

Era el nuevo “nacionalismo” de las bases, anti-europeísmo y nacionalismo chauvinista español al más puro estilo de la British Commonwealth. Definir a BASES AUTÓNOMAS como un grupo nazi, creo que es un error. Si bien es cierto que en Bases había un sector minoritario que era nacional-Socialista y era el que le daba a la organización ese aire fascista que tanto asustaba al Sistema y sus lacayos, el resto eran fachas, ex falangistas rebotados con sus antiguas organizaciones y ambientes futboleros. Ese es el problema que tuvo Bases, y es que nació infectada con esa mentalidad carca retrógrada, centralista y antieuropea típica de la extrema-derecha y que tenían que estar con la banderita española bordada hasta en los calzoncillos, sino, no dormían tranquilos.

Esto ocurrió, lo mismo que a CEDADE, debido a que en el estado español nunca ha habido NAZIS, o sea, nacional-socialistas de verdad con una concepción racial y cultural de Europa, por culpa de lo que ya henos dicho antes. ya lo decíamos en el numero tres de ORGULLO BLANCO, aquí en el estado español la inmensa mayoría de los nazis, son simplemente fachas, a los que les gusta la parafernalia y los símbolos N.S., pero que si analizas su ideología política no salen del 20-N, acabar en partiduchos como el de Inestrillas, o andar cantando 'Aitor Zabaleta, jodete'. De ahí que cuando surgió hace unos años la revista n.s. 'RESISTENCIA' y en la que colaboraban antiguos miembros de las Bases, pero de sus facción 'Nietztcheana', todos estos super-nazis que había por ahí, escapasen corriendo, debido a que esta revista rompió definitivamente diciendo las cosas como eran (aunque en alguna otra no estuviésemos de acuerdo) con la extrema-derecha, lacayos siempre de los servicios de Inteligencia, del capitalismo y de la burguesía patriotera y anticomunista, de los cuales aquí en Castilla ya hemos dicho muchas veces quienes son.

Pero tampoco estaban solo ellos. Gente de VANGUARDIA NACIONAL REVOLUCIONARIA que antes enarbolaban la bandera del europeismo y de occidente, se incorporaron en su época al nuevo M.S.E. (MOVIMIENIO SOCIAL EBPAÑOL) un nuevo partido liderado por el nuevo héroe del facherío macarra y chauvinista, Ricardo Sáez de Inestrillas. También NACIÓN JOVEN se disuelve y se íntegra en este nuevo partido, que no llegó a durar mucho, y que era como el M.S.I. italiano, pero que quería ser como NATIONAL FRONT francés. Según palabras de su líder luchara contra el nacionalismo europeo, que 'hace perder la identidad nacional española' (o sea, castañuelas, toros, verbena, pandereta, centralismo, etc...). Luchara contra la 'Europa de las regiones y la Europa de las naciones' (ya sabéis, a matar otra vez ingleses, alemanes, holandeses, etc...).

Sectores de JUNTAS ESPAÑOLAS secundan al M.S.E. Las JJ.EE. se declaran enemigos de la inmigración Ilegal, pero consideran españoles a los legales y a los 'hijos del Imperio'. Sudacas y negros son nuestros hermanos Portugueses, Alemanes o Croatas son nuestros enemigos. Es que tanta música mestizo-latina y tanto culebrón sudamericano, tenía que hacer mella en nuestro país. Aunque tampoco es de extrañar al estar formados estos grupos por la burguesía mas reaccionaria, corrupta, derechista y nacional-católica. Según estos 'patriotas', debemos estar antes con un negro guineano que danza alrededor de su Toten, que del lado de una familia portuguesa, de un anciano Italiano o de una pareja de niños que vive a 10 KM de los Pirineos en suelo francés, en suelo occitano, porque el negro y el Indio guacamayo ¡HABLAN CASTELLANO!. Según ellos son de nuestra cultura por que HABLAN CASTELLANO!. Por supuesto para nosotros son nuestros hermanos los americanos descendientes de europeos, pero no los Indios, por mucho que sean catedráticos de la lengua. Debe ser que un cruzado español, tenía mas que ver con un Nassai o un Maya, que con otro cruzado germano que combatían juntos al sarraceno.

Puede ser que ustedes españolistas de pacotilla, no tengan nada que ver con Europa (y no es de extrañar siendo muchos de sus dirigentes judíos o unos vendidos al Sionismo), pero yo como castellano y blanco, me siento como el más europeo, hermano de sangre de italianos, daneses o germanos. Por que nuestros padres vinieron del Norte, fueron los Celtas. Vinieron del este, como los Romanos y los Griegos. Vinieron de la tierras de Germania, como losSuevos, Alanos, Vándalos, Vikingos o Visigodos. Fueron guerreros, civilizadores y monarcas.

Ellos fueron nuestros ancestros, los que combatieron durante siglos y expulsaron al invasor africano, para mayor qloria de Europa. Ellos fueron nuestros padres y aquel que reniega de sus padres es un traidor y un bastardo. Como blanco, mi lucha, es la lucha de Europa.

Jamás combatiré ni me uniré con el nacionalismo burgués, españolista y $ioni$ta, que no tiene en cuenta la sangre y la Raza y que pretenden llevarnos hacia esa aldea global, mestiza y mundialista, pero con el crucifijo en una mano y la bandera de España en la otra. Si a ellos no les importa vivir en una Península Ibérica llena de sudacas, negros, moros, gitanos, judíos, mestizos y demás que hablan castellano, nos tendrán a nosotros como enemigos. También queremos recordar a los autodenominados 'españoles de piel negra', que escribían en la publicación basista 'A por ellos', que la piel de los castellanos es del color del bronce de las espadas de los Celtiberos, forjada por el poderoso sol de nuestro cielo, pero jamás fue ni será negra. Recordarles que sus hijos siempre tendrán la tez negra y sus raíces en las selvas tropicales, mientras que los nuestros, rubios, pelirrojos o morenos, de ojos azules o marrones, siempre tendrán la piel blanca y sus orígenes en el Norte, en Híperborea, mas alla de las auroras boreales, patria ancestral de la Raza Aria. Nosotros seguimos sintiéndonos orgullosos de ser castellanos y europeos. Seguimos orgullosos de nuestras culturas nacionales y seguimos alzando la ESVÁSTICA, como muestra bandera, emblema de nuestra Raza, forjadores de la primera Europa, que desde los Urales, hasta nuestras costas mas occidentales, crearon un vasto imperio. De sus leyendas descienden la nuestras. De sus lenguas nuestros idiomas.

Esta claro que no estamos NI ESTAREMOS NUNCA, en el mismo bando que estos grupos NEOFACHAS, chauvinistas y antieuropeos, formados la mayoría de la veces por simple burguesía y Sionistas. Es de agradecer que, aunque el facha se vistió de Céltica, facha se quedó, y ahora vuelve a vestir de facha. Entre cornetas militares e himnos del 36, nos hablan del nuevo movimiento que prescindirá de los símbolos (que forma mas sutil de decir que empiezan a aceptar el Sistema). Nuestros símbolos sagrados no se venden y nuestros corazones y nuestras esperanzas están con los auténticos NACIONAL-SOCIALISTAS.


Artículo dedicado a todos los fachas que se disfrazan de NS, a vosotros os decimos: “ No habéis entendido nada, vuestra burda presencia desvirtúa y muta hacia la deformación el espíritu NS ”.

En Castilla: ¡Hablamos Castellano!

En Castilla: ¡Hablamos Castellano!

 

I.- Cómo nace una lengua.

Una lengua nace a partir de la lenta evolución mediante desviación, corrupción, y cambios fonéticos de una expresión originaria. Tras varias generaciones, los viejos hábitos lingüísticos ceden en una localización determinada a unos nuevos, los cuales se generalizan y difunden convirtiéndose en una norma más general y homogénea. Estos rasgos diferenciadores se estabilizan y se plasman en el lenguaje escrito, convirtiendo un dialecto en una nueva lengua.

Es difícil precisar el momento exacto del nacimiento de una lengua cualquiera. Tenemos la seguridad de que cuando aparecen los primeros escritos en esa lengua, esta, ya ha nacido y se habla entre las gentes de una zona desde varios siglos atrás.

No sabemos con exactitud cuando la lengua romance derivada del latín y que se hablaba con más o menos homogeneidad en el resto de la península ibérica se convierte en dialecto primero y más tarde se constata como lengua. El estudio y análisis del castellano antiguo, debe enfocarse de una forma inductiva y en el mundo de las conjeturas dada la ausencia de documentos escritos en el romance de los tiempos del nacimiento del castellano. Es más, los pocos documentos que se conservan llevan la lengua latina, más o menos culta, como la transmisora de éstos. De vital importancia es el estudio de los topónimos y de los pocos escritos que conservamos. No hace falta señalar, que cuando se escriben las Glosas Silenses y Emilianenses, siglo X, el castellano lleva ya siglos de andadura.

II. Escenario histórico y geográfico del nacimiento del CASTELLANO.

En los inicios de la reconquista, siglos VIII y IX, una de los condados en que estaba dividido el reino de Asturias, era el de Castilla, antigua tierra de las tribus cántabras, autrigonas y várdulas, así, las crónicas al referirse en estos primeros caminares de la naciente Castilla dicen Bardulia que ahora llamaremos Castiella. Los habitantes de esta zona, comprendida en las actuales Merindades, valle de Mena, parte sur de las montañas cántabras y valles alaveses próximos, estaban en constante lucha y eran frente de guerra contra las tropas musulmanas.

Poco a poco se fueron ampliando los territorios conquistados a los moros y llegó un momento en que en junto a Castilla había otros territorios, comprendidos en su mayor parte en la actual provincia de Burgos, al frente de los cuales había otros condes aparte del de Castilla. Existían así los condes de Castilla, en Lantarón, Cerezo, Alava, Lara y Burgos entre otros. Estos territorios, fueron repoblados con gentes de diversas procedencias, así había cántabros, várdulos, autrigones, vascones, astures, hispanogodos huidos del sur...

Con Fernán González, se unifican todos los territorios en un solo condado Castellano siendo este condado de grandes dimensiones geográficas e ideológicas. El condado de Castilla a la muerte de Fernán González, comprendió la totalidad de las provincias de Burgos y Vizcaya, la mayor parte de Cantabria y Álava y pequeñas comarcas de las actuales provincias de Guipúzcoa, La Rioja, Soria y Palencia.

Así pues, vemos que el castellano, nació en una tierra en las que las condiciones de vida eran un tanto especiales y la procedencia de sus habitantes y repobladores era un tanto especial y con una gran personalidad. Estas gentes, venidas más allá de las montañas, los foramontanos, estaban en continua lucha contra los musulmanes y contra la vida misma. Al mismo tiempo eran labradores y guerreros. Pero, esto les dio unos rasgos de libertad unido además a su descendencia de cántabros, astures y vascones, pueblos que demostraron su amor a la libertad desde los tiempos del imperialismo romano. Desde un principio se mostraron independientes y rebeldes contra el poder centralizador del gobierno Astur.

Otro rasgo diferenciado tenían estos antiguos castellanos, rechazan la legislación del reino astur-leones que se guiaba por el Fuero Juzgo y se regían judicialmente a través de jueces propios los cuales administraban justicia según un derecho consuetudinario primitivo heredado posiblemente de los antiguos pobladores que en esas tierras había antes de la venida de los romanos

Un espíritu de identidad y libertad existía en esas gentes

Como dice César Hernández "... durante esos primeros siglos, fueron colonizando tierras hacia el sur, en una constante alternativa entre la defensa contra los musulmanes y la obsesión de ganarles terreno por medio de la conquista y la repoblación. En ese medio y ambiente hostiles se fue forjando un pueblo innovador, rebelde y rudo. Difícil es pensar que en aquella Castilla hubiera magnates ni grandes señores, ni en ella se conciben poderosos monasterios."

Así entonces vemos que estos primitivos castellanos tenían unos claros rasgos diferenciadores del resto del territorio hispano, como pueblo diferente que era, también lo será su idioma, el cual será enseña y orgullo y propio de su marcada identidad.

III.- Y NACIÓ EL CASTELLANO.

Unas especiales condiciones se dieron durante el siglo VIII en los nuevos territorios conquistados en la naciente Castilla; Alfonso I, llevó a esta zona gentes procedentes de la meseta que habían sido romanizadas en alto grado siglos atrás, las cuales se juntaron con las ya existentes, apenas romanizadas y que por lo tanto conservaban en parte sus costumbres y lenguas de tiempos anteriores a los de la conquista romana, especialmente, cántabros y vascones.

Se da por lo tanto una situación de bilingüismo, con lo que los hábitos fonéticos de unos se verán importantemente influenciados por otros. Fue así en esa primera Castilla, donde comenzó la deformación del romance hispanogodo, que más o menos se hablaba en toda la península de una forma homogénea. Esta lengua romance, hablada por esas gentes cántabras y vasconas, con sus peculiaridades lingüísticas y fonéticas irán deformando y desviando la norma y poco a poco convirtiéndola en un nuevo dialecto. Esta lengua naciente, ira evolucionando de una forma interna y única, ayudada además por una situación de aislamiento debida a la dificultad de comunicación orográfica y a las malas relaciones con el mundo hispanogodo de León.

Las ganas de separación e independencia de este pueblo naciente, hará que se sientan orgullosos de estas diferencias con su habla y será bandera distintiva.

Como escribe el insigne lingüista Cesar Hernández: "Y así debió nacer el castellano, como un conjunto de deformaciones vulgares provocadas en un ambiente de situación bilingüe, con clara intención de manifestar su personalidad propia frente a otras normas habladas. Su germen, pues, debió ser ese romance hispanovisigótico, y sus impulsores los factores señalados, es decir, los varios hábitos lingüísticos, la deformación, la vulgarización y la conciencia positiva de unos hablantes respecto a su manera de hablar."

IV.- DIFERENTES ZONAS Y RASGOS DE ESE PRIMITIVO CASTELLANO.

Según el insigne Ramón Menéndez Pidal, podemos distinguir dos zonas de habla de es nuevo castellano:

A) Castilla Vieja y la Montaña, es decir, Amaya, Campoo, La Bureba, Mena y las estribaciones sur de la cordillera Cantábrica (Norte de Burgos).

B) Zona de Burgos, Lara y Clunia(zona centro y sur de Burgos).

En cada zona se daría una evolución con ciertas diferencias. Así, podemos distinguir los siguientes rasgos peculiares de cada comarca:

En Castilla Vieja y la Montaña:

- Conservación hasta el siglo XI del sufijo -eiro, derivado del latino -ariu, que en Burgos se perdió y convirtió en -ero desde mucho antes.

- Pérdida de la F- inicial latina, debido al rechazo por parte de vascones y cántabros de este sonido.

- Conservación de la -e final hasta el siglo XI.

- Conservación de la -u final que se conservaría en la lengua escrita inclusive hasta en el siglo XIII.

- Asimilación del artículo a algunas preposiciones hasta el siglo XIII.

- Uso del artículo lo.

- Peculiar grafía del sonido prepalatal fricativo sonoro en gg.

Rasgos de la zona de Burgos centro.

Esta zona de Burgos, Lara y Clunia, se vería influenciado en gran medida por el contacto con las zonas riojanas, este castellano central, sería el se difundiría de una forma más acusada y sería norma posterior:

- Pérdida del sonido inicial G-, rasgo desconocido en los demás dialectos romances.

- Pérdida de la F- inicial, fenómeno que no se daba ni en leonés ni en mozárabe.

- Pronunciación del fonema prepalatal fricativo sonoro a diferencia del palatal central o lateral de los demás romances.

- Palatalización de los grupos latinos -ct- y -ult- previa consonante implosiva.

- No diptongación ante -yod-, mucho antes que el leonés, aragonés y mozárabe.

- Cambio de -x- por -z- (dentoalveolar africado sonoro en vez de prepalatal).

- Adelantamiento por siglos en el uso de los diptongos ue y ie, en la monoptongación de ie en i, rasgo ya habitual en el burgalés en el siglo X y que no se consolidó más al sur hasta el XIV.

V.- PLASMACIÓN ESCRITA DEL CASTELLANO.

A pesar de que las gentes castellanas hablaran su lengua desde tiempos que no podemos asegurar con exactitud, está claro, que la plasmación escrita de esa nueva norma escrita, no se dio hasta siglos después. La cultura estaba en aquellos tiempos en los monasterios y es evidente, que los documentos allí escritos, lo eran en aún en la lengua madre, es decir, en latín, ya fuera este más o menos culto.

Evidente es que debieron circular documentos con grafías ya propias de la nueva lengua de una forma no oficial, es decir, en documentos no de monasterios, como pudieron ser pequeños escritos de los juglares, como cantares de gesta y poemas de tipo heroico. Las primeras letras escritas que se conservan en la actualidad, son las llamadas Glosas Emilianenses y Silenses, que son documentos procedentes de los monasterios de San Millán de la Cogolla (monasterio riojano cercano a la provincia de Burgos) y del monasterio de Santo Domingo de Silos, en el alfoz de Lara, Burgos. Estas glosas no son mas que pequeños comentarios en lengua castellana a fragmentos de textos latinos.

Las Glosas Emilianenses, están datadas en el siglo X, aunque no faltan expertos que las sitúan cronológicamente en el siglo IX. Este es pues el primer fragmento que se conserva en esta, nuestra lengua castellana:

" Cono aiutorio de nuestro dueno, dueno Christo,

dueno Salbatore, qual dueno get ena honore

e qual dueno tienet ela mandatione cono Padre,

cono Spiritu Sancto, enos siéculos de los siéculos.

Fácanos Deus omnipotes tal serbitio fere ke

denante ela sua face gaudioso segamus. Amen."

Es un fragmento típico de la paleografía castellana aunque con rasgos navarro-aragoneses.

Las Glosas Silenses, se datan en el siglo XI, actualmente se conservan desafortunadamente en un museo de Gran Bretaña, vendidas tras el expolio a que fueron sometidas las tierras castellanas tras la desamortización de Mendizabal.

VI.- CRECIEMIENTO Y EXPANSIÓN DEL CASTELLANO.

Toda lengua, necesita de prestamos lingüísticos para seguir creciendo y hacerse más eficaz. El Camino de Santiago, a su paso por Burgos, era un foco importantísimo de cultura proveniente de Europa, así, también nuestra lengua castellana se vio enriquecida por este influjo cultural, fueron varios los galicismos y provenzalismos que tomamos prestados. La influencia árabe también se dejó sentir en diversos campos, como en topónimos, antropónimos, términos militares, de agricultura, comercio, vestimenta...

El castellano poco a poco se iba extendiendo a lo largo de las tierras reconquistadas y también hacia otros reinos ya cristianos.

Burgos fue la zona de unificación de ese conjunto de "castellanos" primitivos y aquí se dirimieron las normas y cambios de esta lengua hasta que en siglo XII Toledo, nueva capital política aceptó tomó esta lengua como suya y se expresará desde aquel momento en castellano, diferente al burgalés, pero castellano.

Esta lengua que nació en un pequeño territorio, fue evolucionando, creciendo y finalmente se extendió a todo el territorio peninsular y a otros continentes. Lengua tomada por un pueblo que hizo que se sintiera orgulloso de su habla. Actualmente su importancia mundial es evidente, hablada por 400 millones de personas de Europa, América y Asia. Lengua que crece con sus peculiaridades incluso en el mismo ambiente anglosajón, aunque si bien, vive hoy en día con el peligro de una gran influencia anglosajona. Cada día, son numerosas las nuevas acuñaciones derivadas del inglés que entran de una forma indiscriminada en el lenguaje común de la calle, sobre todo en el campo de las ciencias técnicas, es obvio el carácter anglosajón por ejemplo de los nuevos lenguajes como el informático, en el que se utilizan voces de una lengua cuando perfectamente se pudieran usar otros derivados de las nuestras.

12 de Octubre: ¡No a la Hispanidad!

Otro año más atravesamos la fecha del famoso 12 de Octubre, en el que como todos ya conocemos Cristóbal Colón y su tropa les dio en aquella época de conquista por descubrir América, ellos querían conquistar o descubrir Asia pero al final después de navegar y navegar llegaron a Cuba y México, pronto se extendieron por toda centro-América.Desgraciadamente recalcar el hecho histórico que en las naves que iniciaron la navegación hacia las Américas llevaban el pendón de Castilla puesto que eran expediciones salidas desde la antigua Corona de Castilla, de ahí que las naves que primero entraron en América tenían como estandarte la bandera histórica de Castilla, la cuartelada.Este, evidentemente es un hecho histórico, la historia esta ahí y no se puede cambiar. Es curioso, pero la mayoría de conquistadores no eran castellanos, de lo que es la Castilla étnica en proporción, salieron muchos conquistadores de Andalucía, Extremadura y EuskalHerria, de la región histórica castellana de Castilla-La Nueva únicamente salieron cuatro expedicionarios.Ahora ya vamos a tratar el tema como NS que somos.Bien, los expedicionarios que iban llegando lo que iban haciendo era quedarse con las tierras, países y riqueza que veían, expulsando a los indígenas de estas tierras, bien es cierto que hay estudios que dicen que los hombres que llegaban en muy pocos casos acaban en mestizaje con el pueblo indígena.Fue una conquista, pero una conquista salvaje y de invasión hasta tal punto que a las razas y étnias de allí no les dejaban autogobernarse.El imperio tenía territorios en América, África y filipinas, inmediatamente en una reacción identitaria y defendiendo al pueblo indígena de allí salieron grupos de personas pidiendo la independencia de los pueblos centro-americanos, sur-americanos y filipinas, Guinea tardaría bastante más en proclamar la independencia.Nosotros como NS, vemos el derecho de las razas, étnias y culturas del mundo a vivir cada uno formándonos en nuestros países, de ahí que rechazamos totalmente el concepto del colonialismo.Grupos españolistas y de la extrema-derecha española siguen rememorando el sometimiento de pueblos y reivindicar ese supuesto imperio español como lo que ellos llaman las tierras de Hispanoamérica.Como NS, no vemos otro imperio que nuestra gran patria racial, Europa, y ese imperio jamás se hará sometiendo a otros pueblos, sino todo lo contrario, liberándolos del yugo jacobino-sionista.Los NS castellanos no celebramos la imposición ni el sometimiento de ningún pueblo indígena por otro pueblo invasor y extranjero.Es gracioso ver ese grado de anti-racialismo que hacen gala los españolistas diciendo que un guineano o un indígena maya era “español”, pero esto para nada es raro, el españolismo siempre se ha caracterizado por su sentimiento multi-racial, multi-cultural y multi-étnico, por ahora ya las otras razas se han independizado, solo queda el reconocimiento étnico-cultural de las naciones y pueblos de la península, sabemos que el españolismo, hoy como ayer, no nos va a regalar nada, somos nosotros, castellanos, galegos, vascos, catalanes, andaluces, múrcianos… los que debemos de luchar por nuestra identidad como pueblos en un futuro mirando a Europa, como pueblos europeos y arios que somos.