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Historia castellana

El origen de la Ñ

El origen de la Ñ

Esta letra nació de la necesidad de representar un nuevo sonido, inexistente en latín. A principios del siglo XII, los escribanos castellanos empezaron a utilizar la tilde o acento gráfico (esa rayita ondulada situada encima de la letra) para simplificar las letras dobladas.

Determinados grupos consonánticos latinos como gn, nn o ni evolucionaron en las lenguas romances hacia un sonido nasal palatal. En cada una de estas lenguas se fue fijando una grafía distinta para representar este sonido: gn en italiano y francés, ny en catalán, nh en portugués. El castellano medieval escogió el dígrafo nn, que se solía representar abreviadamente mediante una sola n con una rayita más o menos ondulada encima; así surgió la ñ, adoptada también por el gallego. De este modo, de modo, por ejemplo, cambió la nn en ñ y la aa en ã. Esta nueva grafía se utilizó no sólo para la n, sino también con otras letras.
La gran aceptación por este uso de la tilde en lugar de la duplicación de una misma letra, aumentó considerablemente con el tiempo y ya en el siglo XIV, la ñ era la única letra que se utilizaba en los casos de duplicación. Sus orígenes se pueden ver en distintas palabras como por ejemplo, el caso de año, que viene del annus latino con una n doble.

Culto a Wotan en la Castilla cristiana

Culto a Wotan en la Castilla cristiana

Los textos son pocos y muy difusa la información que se puede conseguir sobre el tema que me dispongo a tratar. El culto al dios germano Wotan // Odin en la castilla de los Godos.
Pero antes de entrar, en profundidad sobre ello. Hablaremos del pueblo de los Godos, desde sus orígenes. Hay numerosos textos que tratan con mínima referencia al pueblo de los Gottunes, como así mismo se auto denominaban. Los Guttones o Godos, eran uno de los múltiples pueblos indoeuropeos de raíz germana que poblaron el norte de Europa, y que en un momento determinado de la historia, no se conoce muy bien bajo que circunstancias, ni inducidos por que, decidieron dejar sus tierras del norte y bajar hacia una Europa del sur. Posiblemente en busca de tierras mas suaves en las que asentarse.
De ellos sabemos gracias a Tacito que: (XII) todos los asuntos públicos los tratan armados. Pero nadie usa las armas antes de que el pueblo lo juzgue apto(...). En la misma asamblea se hacen entrega al joven del escudo y la espada. Este es el primer honor de la juventud antes de pasar a formar parte del clan.
Evidentemente esto demuestra que eran pueblos en su mayor parte basados en clanes familiares y que se regían por una democracia interna o asamblea del pueblo. Algo común a los pueblos germánicos que en la edad media seria conocida con el nombre de Althing. O la asamblea de hombres libres de las sociedades nórdicas vikingas del medievo. Lo que podríamos denominar, como una especie de ley democrática solo para los hombres del clan. En la que solo ellos podían discutir y tomar decisiones sobre los problemas que acontecían a la vida cotidiana del mismo.
Una sociedad de guerreros para la que era un deshonor el sobrevivir al jefe (caudillo militar) en el combate o no igualar el valor del mismo, algo bastante similar a la mas conocida en nuestra península practica de la Devotio Iberica. Llevada a cabo por los pueblos celtibericos. Por si aun a alguien le queda poco claro la belicosidad y ansia de aventura de los pueblos Godos y germanos en general, veamos una vez mas las referencias que el escritor latino Tacito escribió sobre este pueblo y otros pueblos germanos en su libro la Germania: (...)les parece holgazanería y flojedad adquirir con el sudor lo que se puede lograr a costa de la sangre(...).
Sus remotos orígenes se buscan según Jordanes en una mítica isla del norte de Europa, en la zona septentrional a la que se la llamo Scanzia (¿Escandinavia?). Suponese que los godos con su rey, llamado Berig, salieron antiguamente de esta isla Scanzia, recipiente de naciones o vivero de pueblos. En cuanto saltaron de sus naves y tocaron tierra, dieron nombre al paraje al que acababan de abordar, llamándose todavía hoy según se dice, Gotiscanzia.
Posiblemente bajo estos escritos se cuente el como los Godos liderados por lo que posiblemente fue uno de sus primeros caudillos militares que no rey al que Jordanes atribuye el nombre de Berig, dejan las tierras de Escandinavia (Scanzia) y desembarcan en algún punto de la Europa del Este. Donde se asentarían y comenzarían a entrar ya de forma mas constante en los escritos de los Romanos.
Tampoco podemos dejar pasar por alto a San Isidoro en sus textos sobre el origen de los Godos. El cual escribe que los Guttones son un pueblo antiquísimo que se remonta a Magog. Hijo de Jefet de donde salió la raza de los escitas.
(67) Los pueblos Godos son por naturaleza constantes, prontos de ingenio, fiados en la conciencia de sus fuerzas, de grandes arrestos corporales, osados por su procer estatura, magníficos en su atuendo y en sus gestos, prontos al combate, duros en soportar las heridas conforme canta de ellos el poeta: "los Getas menosprecian la muerte haciendo gala de sus heridas". Tan grandes guerras sostuvieron y tan estupenda fue la fortaleza de sus insignes victorias, que Roma misma, vencedora de todos los pueblos, se unió a los triunfos de los godos sometiéndose al yugo de su servidumbre, y la señora de todas las naciones llego a servirles de criada.
(68) les temblaron todas las gentes de Europa, y ante ellos cayeron las defensas de los Alpes. Y la tan decantada barbarie de los vándalos huyo despavorida (..) los alanos aniquilados y los suevos hasta la fecha arrinconados bajo su superioridad en los picos inaccesibles de los confines de España(..)

Con estas palabras habla san Isidoro de los pueblos Godos. Los cuales empujados por los hunos y por su afán de encontrar una tierra donde crear su reino... llegarían volando en sus caballos a las tierras de Occidente. A la tierra de España, asentándose y creando el reino germano mas importante de Iberia. El de la castilla visigoda.
No obstante, hacia mucho que los Visigodos al llegar a Iberia habían dejado sus culturas ancestrales. Ulfilas les extendió las creencias en el arrianismo y así los propios caudillos del pueblo Godo aceptaron la fe arriana que no era ni mas ni menos que una distinta interpretación del cristianismo judío. Tan solo durante su estancia en los Carpatos, se realizo una rebelión contra Roma en la que había un trasfondo religioso. Puesto que Atanarico opositor a los pactos con roma y a su vez aspirante a unificar a toda la nación Goda llego al poder y re instauro el culto pagano naturalista entre los godos frente al arrianismo. Atanarico decidió ignorar los pactos con los latinos y vivir en los bosques como sus ancestros habían hecho hace años atrás. Impulsando el paganismo germánico entre los godos. Esto supuso una división, entre Godos pro romanos (arrianistas) y godos anti románicos (paganos). Los arrianos atravesaron el Rhin y continuaron sus tratados con roma. Por el contrario los paganos de Atanarico sobrevivieron durante unos años en los montes y bosques de los carpatos hasta que la entrada de los Hunos los absorbió y elimino. Concluyendo así lo que fue el ultimo reino pagano Godo.
A los dioses a los que los godos adoraron o rendían culto... son desconocidos o bastante difusos. Si bien es cierto que parece ser que según C. Lecouteux, adoraron a una deidad de la que todos los Godos se creían descendientes en épocas ancestrales. Y del que habían adquirido su nombre. A este dios padre de la raza Goda se le conocía con el Nombre de Gutton // Gautatyr// Gauthr. Recordemos que los propios Godos se hacían llamar Guttones descendientes de Gutton.... Odin.
Pero como suele pasar en muchos casos, aunque oficialmente los visigodos eran un pueblo arriano y posiblemente lo fueran, durante muchos años. Continuaron las creencias paganas, mezcladas con las tendencias cristianas. Sobre todo entre las clases mas gentiles de los clanes. Así por ejemplo tenemos numerosas tradiciones en España que hoy pasan por ser comunes a nuestra edad media y sin embargo son de procedencia germánica. Introducidas por los pueblos bárbaros en Castilla. Como por ejemplo la procesión de muertos (jauría de Wotan), la creencia en los hombres lobos, las lamias y los Gnomos de las leyendas de Bécquer. Emparentados con los famosos Enanos de las tradiciones nórdicas. Esto ha provocado numerosas leyendas y mitos entorno a los visigodos y su misteriosa edad media Castellana. Casi todas ellas relacionadas con el ocultismo y procedentes del renacimiento español. En las que se pretendió ver un culto secreto entre los caballeros visigodos. Un culto pagano que habría sobrevivido a las épocas del cristianismo como organización secreta no oficializada. Y que contó con numerosos adeptos. (Casi todos los guerreros medievales godos de esa castilla). Este culto estaría representado por el águila.
Era común y es fácilmente visible el que existió una tendencia entre las clases nobles de guerreros y caballeros godos de portar fibulas y mangos para sus espadas con forma de águila. Castilla esta llena de estas fibulas las cuales sin ir mas lejos, se pueden ver en el museo arqueológico de Madrid, por ejemplo. Curiosamente Gutton // Odin tenia o era representado por este animal en algunas tradiciones. Si esto fuera cierto, estaríamos ante lo que podríamos decir con total seguridad que fue una orden secreta medieval visigoda pagana en el corazón de España. Que escapo a la persecución cristiana y arriana, y que instauro entre sus adeptos este culto al Gutton y a su símbolo. El águila. Siguiendo por lo cual los pasos de Atanarico el que fue ultimo de los godos paganos.
¿Que hay de cierto detrás de todo esto?. Pues lamentablemente son solo leyendas, las que se pueden o no creer y de las que se pueden o no aportar datos a favor o en contra según se busquen. Lo que esta claro y lo único que no podemos negar, es la existencia realmente de esas fibulas de águilas, y que el águila fue uno de los animales sagrados de Odin al igual que los Visigodos llegaron y se asentaron en Castilla. Culto secreto o no, paganos o no. Son misterios que posiblemente nunca sepamos realmente, si son o fueron ciertos. Solo depende de lo que nosotros queramos creer según los datos que encontremos. Simplemente he pensado que era un dato importante y que merecia la pena tratar. En un articulo. Puesto que la verdad, si la hubo. Se la llevaron los guerreros Godos a sus tumbas y no la compartieron con sus descendientes.

 

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Origen Germanico de Castilla

Origen Germanico de Castilla

Las cronicas hablan de castilla y leon como nacion de godos. Poemas, nombres de pueblos de toda castilla, personajes como rodrigo, fruela, ramiro, fernando...( nuestros primeros reyes) y por supuesto el conde fernan gonzalez y el cid eran visigodos. Un pueblo no se puede inventar de la noche a la mañana, es una consecucion historica de las gentes del norte refugiadas del acoso musulman. Las instituciones juridicas son netamente visigodas. - La comunidad de "Villa y Tierra" y la propiedad comunal de pastos, montes y rios, herencia directa de las comunidades visigoticas. El folklore castellano tambien tiene su origen godo, la danza de palos o danza de espadas, "el paloteo". Nuestro folklore se parece mucho al de paises escandinavos y germanicos como islandia y las islas frisonas. Hemos visto aqui que en el aspecto juridico, cultural, institucional, folkorico y de tradicion popular, nuestra tierra basa desde su antiguo su comunidad fundamental en el derecho, la cultura y el folkore de danzas guerreras y la ancestral memoria del pasado visigodo. Podemos afirmarnos nuestra tesis, la primitiva comunidad castellana es el resultado de una fusion lenta y ordenada de un nucleo gobernante e iniciador de la reconquista, de raza goda, y una base de pueblos celticos y celtiberos; los primeros, conservaron sus peculiares instituciones y los segundos, con mentalidad y cultura latina: todos en una fe comun van creando la voluntad superior de un solo pueblo, el castellano.

 

Arquitectura Popular

Arquitectura Popular
Cuando preparamos un viaje por cualquier parte de Castilla, uno de los objetivos principales que solemos considerar es la posibilidad de conocer el inacabable patrimonio arquitectónico que se esparce por todo el país: castillos, catedrales, palacios, monasterios,... Pero ésta es la arquitectura del poder, es el legado que dejaron en forma de edificios aquellos que a lo largo de la historia contaron con los recursos suficientes para poder levantar las más grandes, bellas y espectaculares construcciones. En cambio, suele pasar más desapercibida otra herencia arquitectónica, otro valor del patrimonio cultural: la arquitectura tradicional popular.

La arquitectura tradicional castellana no es algo estable, como todo lo popular, mientras esta vivo y tiene un sentido, esta en continua evolución. Unido esto a la amplitud de Castilla y a la diversidad climática, geográfica y humana de sus comarcas hace imposible establecer características generales de edificación, a parte de la funcionalidad y sencillez que caracteriza a todas ellas.

Según L. Feduchi son tres los factores fundamentales que inciden en la arquitectura popular: el clima, la tierra y la persona. El clima obligará a una determinada posición y tamaño de entradas y huecos, al tipo de cubiertas y al aislamiento de muros, a la existencia de patios o corrales aglutinados en el conjunto de la casa, al número de alturas y dependencias. La tierra son los materiales que se encuentran a mano, así, el barro o la piedra junto con la madera serán los argumentos básicos de la arquitectura popular castellana, trabajados de muy diversas maneras, pero todas ellas colaborando con el objetivo principal: cumplir la función, servir para el fin propuesto. La persona, desde su doble vertiente ser humano con necesidades materiales y económicas y como ser espiritual con una serie de percepciones, mitos, hechos culturales y sociales que condicionan todo el desarrollo de esta arquitectura.

Las construcciones populares han ido evolucionando al mismo tiempo que la sociedad, generalmente de modo lento. Los avances, tanto técnicos como sociales, producidos desde principios del siglo pasado han repercutido en las construcciones tradicionales castellanas, conservándose las estructuras más puras en los lugares más apartados de las corrientes modernizadoras.

La arquitectura popular lleva detrás una idea filosófica que es la que se ha ido perdiendo con la irrupción de la industria y la cultura urbanita dentro de lo rural. A lo largo de los siglos los castellanos y castellanas que han vivido en sus respectivas comarcas han ido aprendiendo de ellas lo bueno y lo malo, han ido depurando formas, materiales y actitudes, han ido marcando costumbres, que responden a las equivocaciones que generaciones tras generaciones han corregido, costumbres que marcan tiempos y formas, y, por fin, costumbres que indican dónde se ha de edificar, cómo se ha de hacer, cuándo es el mejor momento y hacia donde deben orientarse las casas.

Siendo eminentemente rural, Castilla se ha mantenido durante siglos perpetuando modelos y funciones que poco han variado a lo largo de los tiempos, porque tampoco ha variado esencialmente su modo de vida. Esto ha sido así hasta que a partir de los años 60 se produce una quiebra total en la vida de nuestros pueblos; los primeros emigrantes, que lo son por que la estructura económica era incapaz de aportar soluciones, rompen con siglos de continuismo. A partir de ahí, poco a poco, los pueblos y comarcas van perdiendo población activa, las estructuras económicas se van modernizando, se inicia la mecanización del campo y de la ganadería y, como consecuencia, empiezan a necesitarse espacios nuevos y a sobrar los tradicionales. En los años 80 y 90 esto ha llegado a un estadio de desvirtualización de la arquitectura popular.

Sin embargo, aunque muchos edificios menores como cuadras, pajares,... hayan pasado a ser cocheras o viviendas de vacaciones o que las viviendas tradicionales no reúnan las condiciones de habitabilidad que hoy se exigen, a pesar de todo esto, se esta produciendo una recuperación de este patrimonio histórico y cultural del pueblo castellano por dos caminos bien distintos: por una parte la adecuación de edificios de arquitectura tradicional para la explotación turística mediante el turismo rural y por otra, la recuperación de materiales y métodos de construcción tradicional, adobe y tapial principalmente, que son formas más racionales y ecológicas de convivir con la tierra como están demostrando las gentes de Amayuelas.

El adobe
Es el elemento de construcción más característico de Castilla por ser el más fácil de elaborar y utilizar así como por su versatilidad. El uso del adobe es muy antiguo y se le nombra en el libro del Exodo cuando el Faraón niega a los judíos la paja para poder elaborarlo. La fabricación de los adobes, a pesar de su sencillez, requiere una serie de pasos: arrancada la tierra del barrero se criba perfectamente para limpiarla de impurezas; se amontona y mezcla con a paja, se añade agua al tiempo que se pisa para que todo quede bien humedecido. Una vez hecha la pila de barro se vuelca en unos moldes rectangulares de madera llamados gradillas, hormas, amacales o bancales. El barro se aprieta bien con las manos y el sobrante se elimina con un rasero. Finalmente se les pone a secar al sol, dándoles vueltas para que se sequen por todos los lados y no se resquebrajen.

Nacimiento de Castilla. Año 800

Castilla nació testimonialmente el 15 de septiembre del 800 en el hoy desaparecido monasterio de San Emeterio de Taranco de Mena, situado en el valle de Mena, en el norte de la actual provincia de Burgos. El nombre de Castilla aparece en un documento notarial por el que el abad Vitulo donaba unos terrenos. En ese documento aparece escrito «Bardulia quae nunc vocatur Castella» (Bardulia que desde ahora llamaremos Castilla). También hay que tener en cuenta la antiquísima documentación del obispado de Valpuesta, monasterio de la provincia de Burgos (804-1087), donde en sus viejos cartularios comienzan a redactarse palabras en el naciente romance castellano (futuro idioma castellano o español). La creencia popular dice que el nombre de Castilla proviene de la gran cantidad de castillos o fortalezas que había en estas tierras; sin embargo, el nombre puede tener otro origen.

Años más tarde se consolidaría como entidad política autónoma, aunque permaneciendo como condado vasallo del Reino de León. Esta tierra estaba habitada mayoritariamente por habitantes de origen cántabro y vasco con un dialecto romance propio, el castellano, y unas leyes diferenciadas, basadas en el libre albedrío, y administradas, según la tradición, por jueces populares, en contraste con el Fuero Juzgo romano-visigótico vigente en el reino leonés.

En el año 932 el condado de Castilla se independizó de facto de León con el conde Fernán González, siendo el primer rey de Castilla Fernando I. En el año 1037 muere Bermudo III, rey de León, en la batalla de Tamarón, mientras luchaba contra su cuñado, Fernando I. Al morir en 1037 sin descendencia Vermudo III, su cuñado consideró que era el sucesor y, por lo tanto, pasó a regir ambos reinos. En el año 1054 Fernando I luchó contra su hermano, García Sánchez III de Nájera, rey de Navarra, en la Batalla de Atapuerca, muriendo también el monarca navarro y anexionándose entre otras la comarca de los montes de Oca, cerca de la ciudad de Burgos.

A la muerte de Fernando I, ocurrida en 1065, los reinos son repartidos entre sus hijos, siendo para Sancho II el de Castilla y para Alfonso VI el de León. Sancho II es asesinado en 1072 y su hermano accede al trono de Castilla (siglos después los románticos inventaron el famoso juramento que tomó El Cid a Alfonso VI en Santa Gadea de Burgos, basado en la la inocencia o no del Monarca Leonés acerca del asesinato de su hermano). El que la misma persona rigiera en ambos reinos es un hecho que se mantendría durante varias generaciones.

A su muerte le sucedió en el trono su hija, Urraca. Esta se casó, en segundas nupcias, con Alfonso I de Aragón, pero al no lograr regir ambos reinos, y debido a los grandes enfrentamientos de clases entre ellos, Alfonso I repudió a Urraca en 1114, lo que agudizó los enfrentamientios. Si bien el papa Pascual II anuló el matrimonio anteriormente, ellos siguieron juntos hasta esa fecha. Urraca también tuvo que enfrentarse a su hijo, Rey de Galicia, para hacer valer sus derechos sobre ese reino, y a su muerte el mismo hijo le sucede como Alfonso VII, fruto de su primer matrimonio. Alfonso VII consiguió anexionarse tierras de los reinos de Navarra y Aragón (debido a la debilidad de estos reinos causados por su secesión a la muerte de Alfonso I de Aragón). Renuncia a su derecho a la conquista de la costa mediterránea a favor de la nueva unión de Aragón con el Condado de Barcelona (Petronila y Ramón Berenguer IV).

En su testamento vuelve a la tradición real de distintos monarcas para cada reino. Fernando II será rey de León, y Sancho III, rey de Castilla

En 1217 Fernando III el Santo recibió de su madre Berenguela el Reino de Castilla y de su padre Alfonso IX en 1230 el de León. Asimismo, aprovechó el declive del imperio almohade para conquistar el valle del Guadalquivir mientras que su hijo Alfonso tomaba el Reino de Murcia. Las Cortes de León y Castilla se fundieron, momento el que se considera que surge la Corona de Castilla, formada por los reinos de Castilla, León, Toledo y el resto de reinos taifas y señoríos conquistados a los árabes. Estos reinos conservaron instituciones y legislación diferenciadas. Por ejemplo, en los reinos de Galicia, León y Toledo se aplicaba un derecho de raíz romano-visigótica, diferente a la legislación basada principalmente en la costumbre que existía en el Reino de Castilla.

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El Pacto Federal castellano de 1869

El día 13 de junio de  1.869, una gran manifestación popular, más de
siete mil personas según los periódicos de la  época,  recorría  las
calles  de  Valladolid  para  apoyar  la  firma  del  Pacto  Federal
Castellano,  que  los  representantes republicanos de las diecisiete
provincias de Castilla, rubricarían días después.

Una de las corrientes políticas  más importantes que contribuyó a la
caída de la monarquía borbónica y su constitución de  1.845  fue  la
republicana.

Durante  los  años  anteriores  a  1868 había venido extendiéndose y
madurando el  movimiento  republicano.   El  Estado  Español contaba
entre sus bases sociales con una  nutrida  representación  de  todos
aquellos   sectores   que   podían   articular  un  proyecto  social
progresista:Trabajadores de la  ciudad  y  del campo, profesionales,
intelectuales ...

La caída de Isabel II abre paso a un periodo de enfrentamientos  que
perdura  hasta  1.873,  entre  los  partidarios de mantener el viejo
régimen con nuevas caras y  la  mayoría de la población, empeñada en
construir  un  nuevo  sistema  político.    Esta   lucha,   con   la
proclamación de la República Federal, el 2 de Febrero de 1.873.

En este contexto, representantes de los sectores más progresistas de
la  sociedad  civil  castellana se unen para definir y llevar a buen
termino el Pacto Federal Castellano.

Este Pacto Federal Castellano tiene dos objetivos claros:
- Reafirmar la necesidad de un cambio de régimen.
-  Garantizar  que  el  nuevo  sistema  político  que  se constituya
reconozca institucionalmente la identidad de  Castilla  como  pueblo
diferenciado,   es  decir  con  derecho  a  su  propia  articulación
política.

Ambos objetivos quedan  bien  explicitados  en  el  texto del citado
pacto,  así  en  su  artículo  primero  dice:    "La   asamblea   de
representantes de la Federación Castellana reconoce y declara que la
forma  de gobierno que entraña y ha de realizar el ideal del partido
republicano, es la República Democrática Federal."..

Y en el  cuarto:   "La  Federación  castellana  se constituye por la
unión de diecisiete  provincias  congregadas..  esta  federación  se
compone de los dos Estados de Castilla la Vieja y Castilla la Nueva:

El  Estado  de  Castilla  la Vieja lo constituyen las provincias de:
Avila,  Burgos,  León,   Logroño,  Santander,  Palencia,  Salamanca,
Segovia, Soria, Valladolid y Zamora.

El Estado de Castilla la Nueva  lo  constituyen  las  provincias  de
Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Madrid y Toledo."



> TEXTO DEL PACTO FEDERAL CASTELLANO

Los  representantes  de  las  provincias  de Castilla nombrados para
convenir  y  otorgar  el   Pacto  Federal  Castellano,  reunidos  en
Asamblea, consideran como imprescindible obligación el dar cuenta  á
sus  comités de los trabajos que hasta ahora han llevado a termino ;
trabajos  comenzados  con  los   mejores   auspicios,  una  vez  que
arrancaron desde el instante en que tuvo  término  la  manifestación
que  el  partido  republicano de Valladolid hizo en unión nuestra el
día 13  de  Junio,  fecha  memorable,  por  la  sensatez,  cordura y
moderación de que dio ejemplo, y que son un  mentís  solemne  contra
las acusaciones de nuestros adversarios.

De  feliz  augurio nos sirvió este hecho, como así mismo el no menos
elocuente de  que,  apenas  celebramos  nuestra sesión preparatoria,
tuvimos el inefable contento de ver que ninguna  de  las  diecisiete
provincias  castellanas  habían  fallado  al  llamamiento  :   todas
acudieron   presentando  algunas,  por  la  diferente  ó  incompleta
organización del partido,  tal  número  de representantes legitima y
debidamente autorizados, que la Asamblea, inspirada en  su  criterio
democrático,  creyó  conveniente admitir por cada provincia distinto
número de representantes,  si  bien  la  representación en todas fue
igual para nuestras deliberaciones, puesto que cada una solo tuvo un
voto para aprobar ó desaprobar nuestros acuerdos.

Una vez reunidos representantes de las provincias castellanas,  bien
pronto vieron que todos coincidían en sentimientos y propósitos.  La
unión de los republicanos de las dos Castillas bajo una más fuerte y
cuidadosa  organización  ; la necesidad de estar todos tan conformes
en la conducta como lo están en las doctrinas ; el reconocimiento de
que todos sus intereses son solidarios  y de que por tanto la ofensa
hecha á uno ha de considerarse como ofensa hecha a  todos  ;  fueron
desde el primer momento las aspiraciones manifestadas unánimemente ;
aspiraciones que debidamente expuestas y aquilatadas en el crisol de
la  discusión,  dieron  a  conocer bien pronto a la Asamblea, cuáles
eran las necesidades del partido republicano de las dos Castillas; y
conocidas   estas   necesidades,   posible   fue   arbitrar  remedio
conveniente.

No  nos  dirán  los  representantes  de  las  diecisiete  provincias
castellanas, que han acertado en sus acuerdos; no sostendrán tampoco
que lo por ellos determinado es lo mejor y más conveniente, pero  si
pueden  asegurar, que animados del más puro patriotismo, discutieron
amplísimamente ,  examinando  todas  las  cuestiones  bajo todos sus
aspectos en todos  sus  pormenores  y  formando  asi  convencimiento
racional  y  fundado, al emitir sus votos, sólo tuvieron presente el
bien de sus representados y el interés de la causa que defendemos.

Cargos, de honor si pero de estrecha y exigible responsabilidad.

Estos son, republicanos de  las  dos  Castillas, los extremos todos,
que a más  de  los  reservados,  han  sido  discutidos  por  vuestra
Asamblea federal y consignados en los acuerdos siguientes:

Primero.   La Asamblea de representantes de la federación Castellana
reconoce y declara que  la  forma  de  gobierno  que entraña y ha de
realizar  el  ideal  del  partido  republicano   es   la   República
democrática federal.

Esta  forma,  lejos  de  determinar  el  rompimiento  de  la  unidad
nacional,  la  exige  y  estrecha  más  íntimamente,  una vez que la
federación solo supone libertad  de  organizarse y vivir cada Estado
como lo estime más conveniente, pero sin infringir  ninguna  de  las
verdades económicas y morales sancionadas por la justicia universal,
ni  mucho menos ninguno de los derechos individuales que constituyen
y son inherentes a la personalidad humana.

Segundo.  Siendo dogma del partido republicano que el convencimiento
propio y  su  manifestación  la  soberanía  popular  lo  que debe de
determinar todos los actos políticos, los representantes de Castilla
se adhieren a las manifestaciones de minoría republicana  y  de  los
pactos  de  Tortosa y Córdoba, respecto a la declaración de que todo
ataque  de   índole   general   contra   los  derechos  individuales
proclamados por la revolución, será considerado como causa  legitima
de  insurrección,  sino  se consiguiera la reparación debida por los
medios legales.

Tercero.  La Asamblea declara que la organización del partido a cuyo
objeto deben encaminarse preferentemente  todos los esfuerzos de los
republicanos,  debe  consistir  en  la  formación  de   las   Juntas
siguientes:   Municipal ó local, Distrito ó Judicial, Provincial, de
Cantón, de Estado, Federal y Suprema.

La Junta municipal  se  compondrá  de  los  individuos  que elija el
partido de cada localidad.  La de Distrito, de los representantes de
cada Junta municipal.  La Provincial, de los representantes de  cada
provincia.  La de Cantón, de los representantes de cada provincia de
las   que   se   constituyan  en  Cantón.   La  de  Estado,  de  los
representantes  de  cada  provincia,  en  tanto  se  constituyan los
Cantones.  La Federal, de los representantes de cada Estado.   Y  la
Suprema, de los representantes de cada Federación.

La  forma  de  elección  y  número  de  individuos con que se han de
constituir estas Juntas, queda  al  arbitrio  de  cada una de ellas:
sin embargo, la Asamblea recomienda como el mejor medio de elección,
el sufragio universal directo para las Juntas municipales, y el voto
de todos los individuos que compongan cada una de las  Juntas,  para
su representación en la inmediata superior.

Cuarto.   La Federación Castellana se constituye por la unión de las
diecisiete provincias  congregadas,  y  de  cualquiera  otra  que se
adhiera en forma legitima y solemne a este pacto.

Obligado a manifestar el partido republicano,  que  está  unido  por
pensamiento  y  creencias  comunes  a  Castilla  por  medio  de  sus
representados,  ha  debido declarar cual es la forma de gobierno por
cuya realización trabaja, y a  fin  de  mostrar  que no se mueve por
ciego  sentimiento,  sino   por   intima   convicción,   ha   creído
indispensable  recordar, que el partido republicano proclama como su
ideal la federación, no para destruir la unidad nacional que vincula
tan altos  ejemplos  y  tan  memorables  glorias,  sino  que, por el
contrario, es federal, para afirmar y  fundar  más  íntimamente  esa
unidad  nacional que sobre la autonomía e independencia de la vida y
organización y modo de administrarse y regirse cada provincia, están
los  altos  principios  de  derecho  y  de  moral,  que  tienten  su
manifestación  en  la  justicia  y  en  el  entendimiento  de  honra
nacional; así como está,  dada  la  organización federal el gobierno
central a quien corresponde la misión de conservar  la  nacionalidad
española  y  garantizar  los  derechos  individuales,  como asimismo
determinar servicios y obligaciones de carácter general.

Mas no  basta  esta  manifestación  de  nuestras  aspiraciones:  era
preciso declarar la conducta a  que  debía  arreglar  sus  actos  el
partido  republicano  de las dos Castillas, y sobre este particular,
como la unión en propósitos  y  fines de todo el partido republicano
es un hecho, la Asamblea creyó que no podía ni debía separarse de la
determinada  por  la  minoría  del  Congreso  y  por  las  repetidas
declaraciones de los pactos de  Tortosa  y  de  Córdoba.   Así,  los
representantes  castellanos  creen  y en ellos han convenido, que no
deben renunciar a la  propaganda  y  predicación de sus doctrinas, y
que como quiera que la experiencia aconseja ser precavidos  con  ojo
vigilante,  a pié firme, y con el arma al brazo, los republicanos de
Castilla, por medio de sus  representantes, se obligan y comprometen
a  defender  los  derechos  individuales  y  el  sufragio  universal
proclamados por la revolución de Septiembre.  Respecto a este punto,
en  la  Asamblea  de  representantes  de  Castilla  no  podía  haber
divergencia ; todo por la República democrática federal; o salvar la
honra de España ó perecer en la demanda.  Tal es el compromiso serio
y formal que las diecisiete provincias castellanas han contraído,  y
a  que  sabrán  responder  obedeciendo  fielmente al llamamiento del
partido.

Para cumplir bien ó  íntegramente  este  propósito y hacer uniformes
todos los movimientos del partido,  y  poder  subvenir,  así  a  sus
necesidades  de  todo  género y consideración, como a la mutua ayuda
que exige  la  solidaridad  unánimemente  convenida  y aceptada, era
indispensable una organización, que a la vez que  uniera  todas  las
diferentes  localidades  y  dejase  a estas su entera independencia,
fuera acostumbrándonos a la federación y creando así los intereses y
las relaciones que  han  de  servir  a  ésta  de fundamento.  A este
proyecto responde la organización establecida, que aun cuando  a  la
primera  vista aparezca complicada, es por sí tan sencilla, que solo
exige,  para  que  el  partido  se  mueva  enérgica  y unánimemente,
actividad y buen deseo en los individuos que han  de  componer  cada
una de las Juntas.

Y  como  quiera  que  las  circunstancias  especiales del país y del
partido republicano lo  exigen,  la  Asamblea,  haciendo  uso de los
amplios poderes a que está investida, ha  nombrado,  aunque  con  el
consiguiente  carácter de provisional e interino, y en virtud, hasta
tanto que cada agrupación haga  uso  del derecho que la asiste.  Los
individuos que han de desempeñar estos.

Esta Federación se compone de los dos Estados:  Castilla la Vieja  y
Castilla la Nueva.

Reconociéndose   en   todas   estas   provincias   su   autonomía  é
individualidad propia, podrá  cada  una  agruparse  con  otra ú otra
según lo consideren conveniente,  y  una  vez  verificado  esto,  la
agrupación que de estas provincias resulte formará un cantón.

Mas  como quiera que esta constitución no puede ni debe hacerse hoy,
la  Asamblea  debidamente  congregada,   en  la  cual,  previas  las
discusiones consiguientes, y habidas  en  cuenta  sus  relaciones  e
intereses,  se constituirán los cantones en el número y forma que se
estime conveniente.

Quinto.   La  Federación   Castellana   queda   desde  este  momento
constituida y establecida para representar y  velar  por  todos  los
intereses  del partido republicano y para fomentar y cuidar estos se
nombrarán dos  Juntas  de  Estado,  compuestas  de tantos individuos
cuantas sean las provincias confederadas, con residencia la  una  en
Valladolid y la otra en Madrid, en representación de los dos Estados
de  Castilla  la  Vieja  y Castilla la Nueva.  Asimismo, se nombrará
otra federal, compuesta  de  cinco  individuos,  que representará la
Federación Castellana,  y  sostendrá  relaciones  directas  con  las
federaciones de Tortosa y Córdoba.

Estas  tres  juntas,  aunque  tienen  el  carácter  de  interinas  ó
provisionales,  hasta que, elegidas las definitivas, entren estas en
el ejercicio de sus funciones,  gozarán  de todas las facultades que
tienen las Juntas en cuyo reemplazo se nombran.

Sexto.  En consecuencia con el anterior acuerdo,  la  Asamblea  hizo
los siguientes nombramientos:

Junta provisional del Estado de Castilla la Vieja
Por Avila, D. Mariano Marcoartú
Por Burgos, D. Felipe Corral
Por León , D. Juan Téllez
Por Palencia, D. Antonio Domingo
Por Logroño, D. José Saénz de Santamaria
Por Segovia, D. Pedro Ochoa
Por Salamanca, D. Tomás Roldán
Por Soria, D. Lorenzo Ramos
Por Santander, D. Prudencio Sañudo
Por Valladolid, D. Lucas Guerra
Por Zamora, D. Lázaro Somoza



Junta provisional del Estado de Castilla la Nueva
Por Albacete, D. Ramón López de Haro
Por Ciudad Real, D. Manuel Moreno
Por Cuenca, D. Pablo Correa
Por Guadalajara, D. Cirilo López
Por Madrid, D. Antonio Merino
Por Toledo, D. Luis Villaseñor


Junta  provisional  Federal  Castellana Por el Estado de Castilla la
Vieja:  D. Miguel Morayta  y  D.  Antonio  Merino.  Por el Estado de
Castilla la Nueva:  D. Francisco Valero y D. Mariano Villanueva


Presidente de la Asamblea Castellana D. José María Orense


Estas  son,  castellanos,  las   bases   establecidas,   estos   los
fundamentos  primordiales,  sobre  los  que  creemos ha de asentarse
sólidamente  la  organización  de   nuestro   partido,  y  luego  la
reconstrucción de nuestra patria, los materiales, dispuestos  están;
los  artífices,  lo  serán  todos  los  buenos  españoles, todos los
amantes del pueblo, todos los demócratas republicanos.

Que cada uno ocupe su  puesto,  que cada cual trabaje con abnegación
hasta el sacrificio, y si es necesario hasta el martirio.

Mientras se conserve al pueblo la libertad y francas las puertas  de
sus  derechos,  entremos por ellas a realizar la santa aspiración de
que pende la  felicidad  de  la  patria.   Pero  si  esas puertas se
cierran por los que  arteramente  se  han  reservado  la  llave,  no
temáis,  las  escalas  están  preparadas,  treparemos por el muro, y
dentro ó la victoria ó la muerte.

La sangre de los Padilla, Bravo  y Maldonado que corren por vuestras
venas y el ardimiento de que guardan memoria estos  pueblos  de  las
comunidades, garantizan el éxito de nuestras aspiraciones y deseos.

Valladolid, 15 de Junio de 1.869



El  presidente,  José  María  Orense,  representante por Madrid - El
Vicepresidente Mariano  Villanueva,  representante  por  Toledo - El
vicepresidente Manuel Pérez-Terán, representante por Valladolid
Representantes por Avila:   Mariano  Marcoartú,  Nicolás  Hernández,
Juan José Paz
Representantes por Albacete:  Francisco Valero, Ramón López de Haro,
Mariano García, Antonio Ochando, Tomás Pérez, Ramón Moreno e Ignacio
Villarino
Representantes  por  Burgos:  Martín Barrera, Lucio Brogeras, Felipe
Corral y Francisco Aparicio
Representantes por Ciudad Real: Dámaso Barrenengoa e Ignacio Cortés
Representantes por Cuenca: Ramón Castellano y Pablo Correa
Representantes por Madrid:  Antonio Merino, Ricardo Lupiani y Andrés
Balló
Representantes por Guadalajara: Inocente Fernández-Abás
Representantes por León: Juan Téllez y Leocadio Cacho
Representantes por Logroño:  Alberto  Ruiz, José Saénz de Santamaría
y Tirso Crespo
Representantes por  Palencia:   Antonio  Domingo,  Ciriaco  Tejedor,
Casimiro Junco y Lorenzo González
Representantes  por  Salamanca:  Tomás Roldán, Pedro Martín-Benitas,
Anastasio Redondo y Aniano González
Representantes por Santander: Prudencio Sañudo y José María Herrán
Representantes por Segovia:  Nicomedes Perier, Eloy Palacios y Pedro
Ochoa
Representante por Soria: Miguel Morayta
Representantes por Toledo:  Luis  Villaseñor, Norberto García-Roco y
José Beltrán
Representantes por Valladolid: Lucas Guerra y Pedro Romero
Representantes por Zamora:  Dionisio Guerra, Tirso Saínz de Baranda,
Lázaro Somoza, Hermenegildo García, Juan Fernández-Cuevas y Cipriano
Camerón
El secretario por Castilla la Vieja: Antolín Gutiérrez-Mariscal
El secretario por Castilla la Nueva: Manuel Moreno
El secretario por edad: Federico Ordar
 

El castellano: Una lengua de Iberia

  EL CASTELLANO: UNA LENGUA DE IBERIA

Por Jorge María Ribero-Meneses SanJosé.

Nº5 de la Revista ARQUEOLOGÍA SIN FRONTERAS

(Extracto)

El Castellano, en contra de la opinión de todos aquellos que le pretenden hacer descender del Latín, es una lengua autóctona de la Península Ibérica, fraguada en el ámbito del Alto Ebro hace decenas de miles de años, y está estrechamente emparentada con las lenguas basca y griega, siendo estas tres notablemente más antiguas que la latina.

La supuesta maternidad del Latín sobre el Castellano y demás Lenguas Romances, constituye uno de los mayores fraudes de la Historia de la Cultura Universal. Es perfectamente conocido que no existe colonización política, cultural o económica posible, si no se consuma previamente la colonización lingüística. Y lo sucedido hogaño con el inglés ilustra sobradamente este fenómeno.

Bien es sabido que la Historia la escriben los vencedores, haciéndose particularmente veraz este axioma en el caso de esa supuesta y jamás materializada colonización del occidente europeo por parte de la lengua del Imperio.

¿Cómo hubiera podido conseguir un puñado de legiones –integradas fundamentalmente por soldados analfabetos de todas las naciones sojuzgadas por Roma y que no debían tener ni la más remota idea de latín– que en el decurso de tres siglos no quedara ni rastro de las hablas ancestrales y milenarias de varios países europeos extraordinariamente más antiguos que Roma?

Y por otra parte...

¿Resulta concebible que los romanos –en poco menos de tres siglos– fueran capaces de dominarnos y de imponernos su lengua, cuando los godos en un período similar, y los árabes en ocho siglos, apenas si lograron colarnos un puñado de palabras?

Cuando se produce la dominación romana, la inmensa mayoría de los pobladores de Iberia, de las Galias, y de la propia Italia, siguieron viviendo y expresándose de la misma forma que lo habían hecho desde tiempos inmemoriales. Esa lengua, que era común a todos ellos, era de estirpe céltica, y su única diferenciación la establecían las variantes dialectales de rigor, impuestas por la dispersión geográfica y por el aislamiento en que han vivido la mayoría de los pueblos hasta bien entrado nuestro siglo.

Resulta harto significativo a este respecto, el hecho de que exista constancia documental de que en la Península Ibérica, a la llegada de los romanos, se hablaba una lengua que no se diferenciaba sustancialmente de la que utilizaban los integrantes latinos de las huestes del Imperio. Luego si los españoles hablaban una lengua similar al latín antes de la dominación romana ... ¿tendremos que deducir que las gentes de Iberia estaban dotadas de ciencia infusa?

Aulo Gelo, refiriéndose a una determinada palabra, lanza, afirma lo siguiente: "Varro dice que lanza no es una palabra latina, sino Iberica". Para empezar y así a guisa de aperitivo, el propio nombre del Lacio, la patria del pueblo latino, es un derivado de Lanzia. Y este Lanzia, que es un topónimo inconmensurablemente ibérico (Bar-Lanza, Laziana, Lanzarote, Lanze, Linzoain, Lanzón, Lanzuela, Lanjarón, Lanz, ...) no es sino una aféresis de Balanzia, lo que explica el que fuera justamente Balenzia el primer nombre documentado de la ciudad de Roma, heredado, como vemos, de todas la Balenzias (que no Valencias) de la Península Ibérica. Que son numerosas. Como numerosas son las Palanzias y Palenzias, incluyendo también, en este caso, a otro de los antiguos nombres de Roma: Palanteo.

No es ninguna casualidad que Balenzia haya producido valentía y que el significado griego de la palabra Roma sea exactamente el mismo: valor. Lo que confirma ese cúmulo de refencias históricas el hecho de que fuera Balenzia=Valencia, el primer nombre de Roma. Nombre sagrado, por otra parte, que los primitivos romanos tenían rigurosamente prohibido pronunciar.

Habiendo sido Balenzia el primer nombre de Roma,

¿Se atreverá alguien a contradecir a todos los historiadores antiguos que documentan haber sido Italia=Itubalia poblada por los viejos Iberos o Tubalios?

Los mismos que también le prestaron a aquella península otro de los antiguos nombres de Iberia, Hesperia. Y claro está ... siendo Balenzia un nombre ibérico,

¿Cómo no habría de serlo lanza, que es un derivado suyo?

A pesar de lo cual, la Real Academia de la Lengua Española, fiel a su precepto de mantenella y no enmendalla, sigue insistiendo en el Diccionario en que lanza es un derivado del latín lancea. Disparate sobre disparate, porque la consonante zeta es decenas de miles de años más vieja que la ce.

Quinto Ennio, autor de unos Anales de la Historia de Roma que viviera a caballo de los siglos III y II antes de nuestra era (antes, por ende, de que se consume la conquista romana de Iberia), nos ha legado una frase preciosa que demuestra hasta que punto eran similares y al propio tiempo diferenciadas las hablas respectivas de hispanos y de romanos: "Hispane non Romane memoreris loqui me" ("Acuérdate de que yo hablo Hispano, no Romano"Giño.

¡Si serían afines ambas lenguas, para que alguien se vea en la necesidad de hacer esta precisión!

Y esto, mucho antes de que los romanos, en nefasta hora, lleguen a nuestro territorio con el firme propósito de arrasar toda nuestra cultura y de robar absolutamente todo lo que se les pusiera por delante. Incluida nuestra memoria histórica y nuestras creencias e instituciones religiosas. El perpetrado por Roma en el norte de Iberia, es el mayor atropello que ha conocido la historia de la Humanidad, siendo los desafueros de los ibericos en América una simple broma al lado suyo.

Tomás Tamayo de Vargas, historiador Castellano que vive a caballo de los siglos XVI y XVII, y que nos ha transmitido algunos retazos preciosos de un Cronicón perdido, escrito por el que fuera obispo de Zaragoza, Marco Máximo:

"Fuera de las lenguas Latina, Címbrica i Góthica, avia en Iberia la lengua Cantábrica i la nativa castellana era más pulida, diferenciándose de la Cantábrica (el euskera) en la abundancia de palabras, elegancia i hinchazón. Los Concilios, las Leies, Actos públicos i Inscripciones se publicaban en la lengua Latina, lo demás en la más común o Góthica o Iberica. Desto ai oi libros enteros en la lengua Castellana, que tiene sus dialectos propios y vocablos nativos de ordinario. Mézclanse muchos de las estrañas".


Para más información sobre el origen no latino de las lenguas ibéricas ver: http://es.geocities.com/kallaikoi/index.html
Para saber más sobre la extensa obra de Jorge María Ribero-Meneses SanJosé, ver:
http://www.iberiacunadelahumanidad.net/
http://www.origenesdelahumanidad.com/